Las denuncias contra la seguridad privada del festival Extremúsika de Cáceres por el altercado que se produjo el sábado en el recinto ferial ascienden ya a cuatro. El sábado, en la jornada más multitudinaria del evento y en la que actuó el cabeza de cartel, Quevedo, tuvieron que intervenir los antidisturbios de la Policía Nacional y agentes municipales para informar a las personas heridas sobre su derecho a interponer denuncias.
“Hubo un acompañamiento policial a esas personas que han presentado denuncia por vía administrativa”, ha asegurado este martes el edil de Seguridad de de Cáceres, Pedro Muriel, quien ha pedido “no emborronar un festival” por “un hecho aislado”.
Las denuncias interpuestas recogen un parte de lesiones supuestamente infringidas por los vigilantes privados durante el altercado que se saldó con, al menos, 15 heridos y varios expulsados.
El incidente se produjo en la madrugada del sábado al domingo, dentro del recinto perímetros del festival y durante el concierto del grupo Talco.
Precisamente, el balance que del festival realizó el consistorio recoge la denuncia de “una pareja con lesiones” que aseguraba haber sido agredida por vigilantes privados del evento, además de “la detención de un individuo por reseña de busca y captura por orden judicial”.
El edil ha hecho un balance muy positivo del festival, tanto el aspecto lúdico como en la seguridad del evento, del entorno y de los servicios que se dispusieron. “Ha sido un festival seguro, por donde han pasado más de 80.000 personas”, donde “todos los servicios funcionaron correctamente”.