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El campo reclama más seguridad porque los robos siguen creciendo

El ascenso en el número de robos en el campo extremeño es imparable. Tanto,que agricultores y ganaderos han vuelto a dar la voz de alarma, apenas tres meses después de que lo hicieran el pasado mes de junio.

Su mensaje es que se encuentran en una situación límite. Su petición, que se incremente el número de guardias civiles que vigilanlas explotaciones y que, además, lo hagan durante más horas de las que lo vienen haciendo, especialmente durante la noche que es cuando más se está robando.

Hace ahora un año que el Ministerio del Interior creó los grupos CORA, una brigada especializada dentro de la Guardia Civil destinada a la vigilancia exclusiva del campo en todo el territorio nacional. El balance de este año de operatividad que se hace desde el sector agropecuario extremeño es que su trabajo es insuficiente porque aseguran que no están dedicados exclusivamente a la vigilancia del campo, sino también a otras tareas que se les encomiendan.

“Su creación nos alegró y la colaboración ha sido estupenda desde el principio, pero una cosa es que oficialmente se diga que solo hacen ese trabajo y otra que realmente sea así, que no lo es”, mantiene Antonio Prieto, coordinador de Ganadería y Olivar de UPA-UCE.

Aumento de robos

Una dedicación que tendría que ser exclusiva y que consideran muy necesaria a la vista de una estadística que sigue revelando que en Extremadura los robos crecen.

Los últimos datos de los que se dispone son los del primer trimestre de 2014, en el que ha habido 61 denuncias más que en el mismo período de 2013, de manera que o cambian mucho las cosas o este año terminará con peor balance que el anterior.

A nivel global, entre 2008 y 2013 la región registró un incremento del 117% en número de robos en la provincia pacense y un 91% más en la cacereña, representando un 6,9% de todos los que se produjeron a nivel nacional y situándose a la cabeza de las más castigadas por esta situación.

Control en mercadillos y explotaciones que suben como la espuma

Los números siguen siendo malos. El último robo ha tenido lugar hace unos días en Siruela, donde los ladrones se llevaron de una tacada 80 ovejas de una explotación ganadera. Para hacerse una idea de lo que esto supone para un ganadero hay que saber que solamente la pérdida en cabezas supondría en este caso alrededor de 8.000 euros, a los que hay que sumar lo que se deja de ganar en producción y lo que se pierde en subvenciones.

“Nos encontramos al límite de nuestra rentabilidad –asegura Prieto-. Si seguimos aguantando es porque no tenemos otro remedio. El campo es nuestro único medio de vida” Los ladrones roban ovejas, corderos, cerdos, sistemas de riego, grupos electrógenos, combustible, motores, fruta... lo que encuentren, dejando las fincas desprotegidas en muchas ocasiones.La previsión es que el problema se acreciente de aquí a fin de año con campañas como la de la aceituna y la vid y fiestas como la Navidad en la que los precios suben.

Buena parte de toda la mercancía robada acaba vendiéndose en puestos ilegales de mercadillos y en Portugal, por eso otra petición de los afectados es que se incremente la vigilancia tantode los puntos de venta como de la frontera; también la de “explotaciones que suben como la espuma y multiplican de la noche a la mañana sus cabezas de ganado”, indica Prieto.

Las campañas marcan en buena medida las zonas más castigadas, de manera que la previsión de los agricultores y ganaderos es que Tierra de Barros, La Siberia o Monterrubio se lleven próximamente la palma por las campañas del olivar. Sin embargo el problema se extiende al resto del año, de manera que entre febrero y marzo pasarán el testigo a los campos de regadío y a las explotaciones con ganado porcino por la proximidad de la temporada de matanzas.