Fabricar venas y arterias mediante hilos de fibroína en 3D, desarrollar algoritmos para un consumo energético eficiente o ultrasonidos que únicamente captan el micrófono del móvil y que hacen de guía en cualquier museo son solo algunos ejemplos de la cooperación ibérica en materia de innovación.
Francisco Sánchez es el director científico del Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón de Cáceres (España), que coordina el proyecto “BioimpACE”, centrado en el desarrollo de aplicaciones para la salud a partir de la impresión en tres dimensiones.
Mediante hilos de fibroína han logrado crear tubos para construir venas y arterias, y en los primeros ensayos en el centro “los resultados están siendo muy positivos”, explica a la agencia Efe.
Es un proyecto cofinanciado con fondos Interreg de la UE a través del programa de cooperación transfronteriza Interreg España-Portugal (POCTEP), con una inversión superior al millón y medio de euros.
En el marco de “BioimpACE” se han desarrollado numerosas iniciativas en el campo de la salud, como la impresión de parches cardíacos que llevan un hidrogel y células madre que se liberan sobre la zona dañada.
Museos ibéricos accesibles
La cooperación transfronteriza también se ha aliado en pro de la cultura ibérica.
Es el caso del proyecto LIMUS, que nació auspiciado por los fondos POCTEP para “facilitar el acceso a los museos” de ambos lados de la frontera y, de manera especial, acercarlos al público juvenil, dice a EFE uno de los coordinadores, el catedrático de Electrónica de la Universidad de Extremadura Fernando Álvarez.
De esta manera, el mejor aliado de LIMUS ha sido el móvil, que se ha convertido en el principal guía de estos museos.
El experimento ha sido desarrollado en el Convento dos Remedios de Évora (Portugal), en el Campo de Arqueología de la ciudad lusa de Mértola y en el Museo Arqueológico de Badajoz.
“En cada uno de estos tres museos hemos aplicado una tecnología diferente”, de acuerdo con Álvarez, en función del espacio y la distribución de las piezas que se exhiben.
En el caso del Museo Arqueológico de Badajoz, la aplicación del móvil se activa a través del micrófono del teléfono, capaz de captar unos ultrasonidos colocados en el espacio museístico que están fuera del alcance auditivo de las personas.
Mientras, en el museo del Convento dos Remedios de Évora, la aplicación se activa una vez que la cámara del móvil capta unas luces led que se han colocado al inicio del recorrido.
Y en el Campo Arqueológico de Mértola, que está al aire libre, el teléfono sincroniza la aplicación a través de la conexión Bluetooth.
La idea está pensada para que la pueda utilizar cualquier museo de la península ibérica, asegura el catedrático, mientras que todo el sistema desarrollado a través del proyecto LIMUS está en proceso de ser patentado.
Algoritmos para la eficiencia energética
La iniciativa AGERAR es otro ejemplo de desarrollo inteligente de la frontera hispanolusa cuyo objetivo es optimizar los recursos, eficiencia y consumo energéticos a partir de fuentes renovables.
El proyecto ha sido liderado por la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Sevilla, en colaboración con la Agencia Andaluza de la Energía, la Agencia Regional de Energía y Ambiente del Algarve (AREAL), el Instituto Tecnológico de Galicia, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) de Huelga, la Universidad lusa del Algarve, la Universidad de Évora y el Instituto de Ciencia e Innovación INEGI de Oporto.
Miguel Ángel Ridao, profesor de robótica de la Universidad de Sevilla, comenta a EFE que este consorcio de entidades ha trabajado en la idea de que “las microrredes” sean una alternativa a medio y largo plazo al suministro eléctrico actual, para que donde se consume también se pueda generar energía renovable.
Detalla que han creado una serie de algoritmos “para obtener una optimización económica, gestionar la propia red y hacerlo de forma automática”.
Estos algoritmos permiten un “control predictivo”, por lo que desde un computador se reciben las distintas señales (potencia, condiciones climatológicas, etc) y éste, una vez procesadas, le dice al sistema de la microrred cómo debe operar.
Es el caso de la microrred que tienen instalada en la Universidad de Sevilla o la que se ha construido en el INTA.
Y para que todos los españoles y portugueses puedan beneficiarse de esta iniciativa, el proyecto AGERAR ha desarrollado una herramienta abierta al público sobre los sistemas de abastecimiento de energías renovables.
Si una persona está interesada en construir una instalación de autoconsumo en su propia casa, “tan fácil como ir metiendo los datos y la herramienta te va dando ideas de cómo deberías hacerlo” para que sea lo más eficiente posible, según Ridao.
Red de incubadoras tecnológicas
En busca de empresas innovadoras y de favorecer su creación, el proyecto “Emprende Makers” -financiado también a través del POCTEP- ha creado una red de centros de innovación e incubación de empresas entre el norte de Portugal y la región española de Galicia.
En Vila Nova de Famalicao, Melgaço, Paredes de Coura (Portugal) o en la ciudad española de Ourense se ubican todos estos centros que están conectados entre sí y que dan cobijo a los jóvenes emprendedores, además de ofrecer formación en diferentes disciplinas a través del programa “Academia Makers”.
El objetivo final es impulsar la creación de startup y por eso “se pone la tecnología a disposición de los usuarios”, señala Nieves Fernández, técnica de “Emprende Makers”.
Entre los beneficiarios, una empresa que regenta la emprendedora portuguesa Margarete Barbosa, dedicada a la cerámica y que nació en la incubadora de Paredes de Coura (Portugal).
Barbosa decidió relanzar su empresa a través de esta iniciativa y, tras los primeros meses, asegura que “fue la mejor elección” que tomó.
En este tipo de incubadoras empresariales, “los más jóvenes, con la sinergia y las relaciones que surgen en el contexto de trabajo, pueden crear nuevas empresas y nuevas dinámicas económicas”, afirma el vicepresidente del Ayuntamiento de Paredes de Coura, Tiago Cunha.
El programa Poctep
El programa POCTEP, que gestiona fondos Feder de la UE, ha cumplido tres décadas impulsando proyectos de cooperación hispanolusa.
En el período 2014-2020, financió 251 proyectos que se tradujeron en una inversión global de 484 millones de euros.
Gracias a estas iniciativas, “193 centros de investigación están participando en proyectos a ambos lados de la frontera para buscar soluciones conjuntas”, subraya la subdirectora general de Cooperación Territorial del Gobierno de España, María del Carmen Hernández Martín.
Las nuevas convocatorias en el marco del POCTEP 2021-2027, que tendrá una dotación financiera de 427 millones de euros, están previstas en noviembre de este año.