Miguel Ángel Morales, secretario provincial del PSOE en Cáceres, es un político extremeño tan desconocido como importante. Estos días se le ha visto en la catarata de actos de la transición de poder en un segundo plano, y siempre, en una muestra de su carácter, vestido informalmente incluso en la jornada de gala de la toma de posesión del presidente Fernández Vara.
Pero al final de cada una de esas ocasiones han sido muchas las personas que se acercaban a felicitarle, reconociendo ese peso aunque sea en la sombra que parece ya tradicional en los líderes socialistas de la provincia, siempre algo eclipsados por las figuras de los presidentes Rodríguez Ibarra o ahora Fernández Vara.
Por tradición le correspondería haber sido presidente de la Asamblea de Extremadura, algo que sí eligieron antecesores como Federico Suárez o Juan Ramón Ferreira, pero que él ha rechazado.
-¿Usted por qué no?
- Ni presidente de la Diputación, ni de la Asamblea, es a lo que me comprometí en 2012 cuando me eligieron. No es lógico que el secretario provincial compagine el cargo orgánico con otro de importancia institucional, ¿por qué?, porque se abandona el partido y ese ha sido uno de nuestros errores del que todos somos culpables; esa duplicidad no es conveniente por motivos de tiempo, dedicación y sobre todo porque puede haber un conflicto por ejemplo de un alcalde con la presidenta de la Diputación, y tiene que haber alguien que medie. Prefiero quedarme en la secretaría general, que estoy muy a gusto, y renuncio al prurito personal como ser humano de ocupar cargos que tienen mucha más relevancia mediática. Estoy muy a gusto como diputado apoyando a Guillermo [Fernández Vara] y los compañeros.
-Eso de no descuidar el partido entonces es una enseñanza
-Sí, la derrota que sufrimos en 2011 en Extremadura nos regeneró, fue como una vacuna que creó anticuerpos, y nos concienciamos de que habíamos vivido demasiado acomodados. Era impensable que en Extremadura perdiera el PSOE después de 28 años, fue una cura de humildad para replantearnos todo y sobre todo la relación con nuestra gente; muchos nos habían abandonado por que estábamos solo en las instituciones, y desde las instituciones no se ganan las elecciones. El éxito del pasado 24 de mayo ha sido porque hemos sido capaces de movilizar otra vez a los nuestros, durante la campaña he visto cómo volvían al partido, y todo eso se materializó en el mitin de la plaza de toros, nadie se había atrevido a hacerlo allí desde el año 2000, pero nos vimos capaces y fue un éxito.
-Las bases del PSOE siempre están a la izquierda de sus dirigentes
- Eso sigue siendo así. Y yo me identifico con las bases en estar permanentemente en lucha contra las personas que están acomodadas en los cargos; la sociedad se transforma desde el gobierno, pero tiene que haber gente detrás azuzando, recordando nuestra ideología y a quién nos debemos, y si no, pasa lo que nos pasó en 2011 que perdimos tras 28 años de gobierno
La gente no aguanta tanta prepotencia.
Me hace gracia cuando dicen que este partido es de gobierno; es de gobierno cuando gobernamos, cuando estamos en la oposición somos oposición; y a veces te dicen ‘tened cuidado, no hagáis declaraciones radicales cuando váyáis a Ferraz [sede central del partido en Madrid], que este partido es de gobierno’.
Tenemos un sentido de que el poder nos pertenece, y no. El poder no pertenece a nadie, el gobierno pertenece al pueblo, y el pueblo decide en cada caso, y tiene que saber qué va a votar, y en función de su identificación lo hace o no.
Podemos ha sido una vacuna positiva para nosotros. Una persona de izquierda tiene que ser consecuente en su vida diaria con su ideología, no se me pasa por la cabeza tener un Maserati o un Mercedes porque va contra mi forma de entender la vida; ni me gusta la parafernalia, el protocolo, boato, las alfombras, las corbatas y chaqueta, no, porque los ciudadanos normales no son así. Los representantes públicos tenemos que ser la imagen del pueblo.
-Además de los méritos que hayan acumulado ustedes, ¿cómo ha influido en el resultado del 24 de mayo el comportamiento del PP en los poderes de Extremadura?
-El éxito nuestro ha sido por movilización, y creer en que podíamos transformar la realidad tras cuatro años de recorte, machaque, incluso humillación; yo he me sentido en la Diputación de Cáceres humillado cuando sin embargo representaba con mis compañeros a casi a la mitad de la población cacereña, y un poco menos de la mitad de los alcaldes y concejales; son tonterías pero no han contado con nosotros ni para el menor evento, es que el presidente de la Diputación ha ido a mi pueblo a inaugurar una cosa, y a mí que era concejal y portavoz en la Diputación no me han avisado.
Cuando gobernaban nuestros compañeros Tovar o Merchán, si había un evento, cualquier viaje, se contaba con el PP; Fernando Manzano estuvo en Polonia invitado, con el equipo de gobierno, el dinero público es de la ciudadanía y tienen que estar representados todos los grupos, pero aquí se ha humillado a la oposición; o la sinrazón de suprimir inversiones porque las habíamos conseguido nosotros con fondos europeos, se ha preferido perder varias millones y no hacerlas porque era un logro del gobierno anterior. La ciudadanía lo ha visto, la chulería de algunos consejeros y cargos representativos que iban con prepotencia, todo eso les ha pasado factura.
-Aún así el PP ha sacado 28 diputados en la Asamblea regional, solo dos menos que ustedes
-Ese resultado digno, para ellos, es porque han hecho una campaña mediática… Han puesto a disposición los medios públicos y privados, con el único objetivo de mantener a Monago, se han diferenciado del PP, poco menos que el barón rojo; con todas esas dificultades hemos ganado, y aún así van luego y presentan los 11 diputados provinciales del PP y son todo hombres, entre ellos el alcalde de Plasencia que parece que le quema aquella silla, es presidente de la Fempex [federación de municipios de Extremadura], y que ahora se viene para acá; o el alcalde de Coria, ciudades importantes, que estén aquí representados no tiene mucho sentido.
Hubo un tiempo en que éramos parecidos, eso lo pagamos, y tenemos que huir absolutamente en el fondo y en la forma.
-Al PSOE cacereño, quizá por el caso de Blanca Martín en la Asamblea, o Rosa Cordero en Diputación, se le pone un poco como modelo de paridad entre hombres y mujeres, o de integración de ‘familias’ políticas.
-Han criticado que no hubo integración, pero son los que llevaban muchos años en el puesto, y en realidad integrar es contar con todo el mundo al margen de la relevancia que hayas tenido; Blanca Martín [la nueva presidenta de la Asamblea] viene de una zona del partido que no era la mía, pero ella era de las personas que tenía muy claro que tenía que incorporar, por su capacidad de liderazgo en zona importante como Plasencia, y porque es trabajadora, consecuente y vive como piensa, es más, creo que va a poner patas arriba todo lo que hay ahí en la Asamblea. Algunos no se sienten integrados pero porque no repiten.
Otro ejemplo, en un próximo pleno de la Asamblea entrará de diputada una compañera que es profesora de inglés, con plaza en un instituto de Cáceres, que no la conoce nadie pero está en el partido hace mucho, que ha votado, trabajado, hecho campaña, va a tener la oportunidad y no me votó a mí en el congreso provincial, y estuvo en posiciones contrarias en las primarias nacionales, pero ha trabajado mucho; eso es integración, a lo mejor fulano que era muy importante no está: no está porque hay que dar oportunidad a otra gente.
El éxito de Fernández Vara se lo debe, aunque él también tenga una cuota importante, a la militancia, a la gente que nos vota sin pedir nada a cambio.
-¿Y la paridad?
-Si decimos que las instituciones privadas, financieras, deben tener mujeres en los órganos de gobierno, nosotros también; la mujer es la mitad de la sociedad y tiene que estar representada. Para diputados provinciales dijimos que la paridad viene de abajo y es natural, la de arriba es forzada; no es ningún mérito especial, es creernos realmente lo que pensamos y aplicarlo en nosotros mismos. Teníamos claro que tenía que ser una presidenta de la Diputación y una presidenta de la Asamblea, si queremos que la gente nos crea debe ser así.
-Usted en las primarias nacionales a la secretaría general del PSOE apostó por Madina, ¿eso le ha creado algún problema?
-Yo aposté por él, pero también Vara, o Rafael Lemus, en general todo el partido en Extremadura. Cuando fue lo de Rubalcaba y Chacón en Sevilla ya me preguntaron de quién era y dije que lo que quería era una persona nueva, que generara ilusión. Luego he mantenido una relación de amistad con Madina, y le apoyé en ese momento, pero Pedro Sánchez es una persona entrañable, y cuando nos juntamos es cariñosísimo; se acabó aquel proceso, lo tengo de secretario general y lo he avalado.
¿Problemas? Alguna cosina ha habido, porque alguno de los que no han entrado en listas han querido decirle al jefe de turno en Madrid que yo los he tachado por ser sanchistas, mentira, en la lista hay de todo. La lista que hemos hecho para la Asamblea y Diputación no ha sido en función de dónde vienes, hay compañeros relevantes que han tenido protagonismo y ya no están, pero porque son tiempos de renovación.
En el proceso Vara me ha apoyado al cien por cien, ha habido complicidad absoluta en esto, no me ha impuesto nada, me ha aconsejado, me ha dicho, y cualquier presión que ha venido de Madrid ha chocado con él.
Aquí no hemos pasado a cuchillo a nadie, estamos integrando, y vamos a apoyar para que Pedro Sánchez sea presidente del gobierno con la misma naturalidad que apoyamos a en su día a Madina.