En este próximo verano se multiplica por tres el número de niños que irán a comedores sociales en Extremadura, eufemísticamente llamados ‘Espacios Educativos Saludables’; de 500 que participaron hace dos años en la primera experiencia, y 930 el año pasado, se pasa en esta ocasión a una previsión de 1.260 y el presupuesto, que el año pasado fue de 500.000 euros, ha habido que ampliarlo a 880.000 según aprobó ayer el Consejo de Gobierno de la Junta.
Es una medida incluida en el Plan de Lucha contra la Pobreza Infantil firmado por el Gobierno regional con organizaciones sociales, y que también realiza actividades a lo largo del curso; los comedores escolares cada vez más demandados en barrios y colectivos con dificultades, se amplían así a casi todo el año, ya que este verano funcionarán durante los meses de julio y agosto.
El objetivo de estos espacios, que serán hasta 66 (el doble que el año pasado) es satisfacer las necesidades básicas de alimentación, higiene y ocio saludable para niños de 3 a 14 años, cuyas familias presenten una situación social, laboral o económica desfavorecida o de exclusión
Funcionan normalmente desde las diez de la mañana hasta las tres de la tarde y se les proporciona desayuno, comida y una cena preparada para que se la lleven a casa; también un kit de higiene y se inculcan hábitos de salud diarios, además de actividades de ocio en juegos, dinámicas, manualidades, ginkanas, salidas a la piscina, excursiones culturales, etc.
Igualmente el servicio presta ayudas de refuerzo escolar.
La experiencia tendrá lugar en poblaciones mayores de 5.000 habitantes (el año pasado fueron 28).
Volverá a ser Cruz Roja la encargada de estos espacios saludables.
Los niños vienen derivados de los Servicios Sociales de los Ayuntamientos, Cáritas o de otros programas que desarrolla Cruz Roja para ayudar a las familias más desfavorecidas.