Tal y como marca la tradición la Diabla se escapa de la torre de la Iglesia para recorrer con su cortejo las calles de un pueblo en penumbra hasta que San Bartolomé, patrón de Valverde de Leganés, consigue capturarla y encerrarla de nuevo en la torre del templo.
Cerca de 500 vecinos de esta localidad pacense participan el 19 y 20 de agosto en “La Fuga de la Diabla”, declarada el pasado año Fiesta de Interés Turístico Regional.
“Es una fiesta única en toda la geografía nacional y recorrer sus calles, seguir a la diabla y vivir esas leyendas, pone en valor el patrimonio inmaterial de los pueblos extremeños”, destaca la secretaria de Cultura, Miriam García Cabezas.
La celebración se adereza con actividades complementarias, lo que hace que se convierta en un “foco turístico y de atracción de visitantes”.
La noche anterior a la fuga se celebra “la Noche de los Bartolos”. Las peñas del pueblo construyen muñecos para protegerse ante la eminente escapada de la diabla. Solo uno se salvará de su fuego destructor la noche después.
Es una noche caracterizada por la luz, el color, la alegría y la celebración de la vida que desaparecerán la noche siguiente con la fuga del “mal”. La Fuga da comienzo en la noche del 20 de agosto y su comitiva recorrerá las calles del pueblo hasta llegar al auditorio, donde está previsto el espectáculo central.