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Diez observatorios celestes para disfrutar del planetario natural que es Extremadura

Un ‘parque de telescopios’, un emplazamiento en el campo, en Fregenal de la Sierra, donde por medio de telemandos vía internet aficionados al avistamiento de estrellas de Rusia o Estados Unidos aprovechan el cielo limpio de Extremadura para recorrerlo sin moverse de sus casas. Una región que es un planetario natural en la que la despoblación y las largas extensiones son una ventaja para evitar la contaminación lumínica, el exceso de luz de las ciudades.

“Nos vienen madrileños, ciudad donde se ven treinta estrellas como máximo, y aquí salen por la noche al exterior y se encuentran con la sorpresa de que pueden ver dos mil”, explica José Luis Quiñones, de una familia navarra que hace 21 años se instaló en Higuera la Real para otra iniciativa empresarial, y hace un año puso en marcha en la cercana Fregenal un complejo astronómico y turismo.

El astroturismo es una de las novedades en la nueva estrategia de promoción turística de Extremadura, junto a los recursos del agua, o el aprovechamiento a fondo del otoño, también en Gata o Jerte, años después de que el camino lo empezara el Valle del Ambroz.

‘Extremadura, Paisaje de Estrellas’, es el nombre de este programa que cuenta ya con una guía en la que se da cuenta del funcionamiento de 10 zonas de observación del firmamento, con tantos otros observatorios principales más algunos secundarios, escogidos todos por estar alejados de focos potentes de iluminación.

Están en Tajo Internacional, Sierra de Gata, Tierras de Granadilla, Ambroz, Jerte, Monfragüe (con certificado de calidad Starlight), Geoparque Villuercas-Ibores, Alqueva, Castro Capote en Higuera la Real, y en la zona de Castillos y Dehesas de la Sierra Suroeste de la región; la guía informa de localización exacta, accesos y características, por ejemplo hay uno junto a un dolmen en Valencia de Alcántara, y otros puntos son el Puerto de Tornavacas, o la Portilla del Tiétar en Monfragüe

Extremadura, debido a su baja contaminación lumínica y atmosférica y a la conservación de su patrimonio natural, reúne unas condiciones “extraordinarias” según la Dirección General de Turismo para la observación astronómica, con cielos nítidos que conservan su oscuridad natural y un clima favorable con muchas noches despejadas, que proporcionan un elevado número de horas de observación útil al año

Dentro de la Estrategia de Promoción del Turismo de Naturaleza en Extremadura el desarrollo del ecoturismo representa uno de los “principales retos” a seguir en la política turística regional. En este ámbito, el ‘Astroturismo’ o ‘Turismo de Estrellas’, constituye “un segmento emergente que combina desarrollo económico con sostenibilidad”.

La guía de astroturismo que debuta con motivo de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) contiene consejos e informaciones para los aficionados al cielo, y para quienes quieran disfrutar de él, por ejemplo hay ocho empresas especializadas en Extremadura en esta materia.

Un ejemplo

El complejo Entre Encinas y Estrellas de Fregenal es un buen ejemplo. Unos empresarios navarros, que gestionan en la cercana Higuera la Real una fábrica de envases de plástico, pero que eran aficionados a la astronomía, se dieron cuenta de la excelencia de los cielos extremeños para esta actividad según explica José Luis Quiñones, su promotor.

Hace un año abrieron a unos kilómetros de Fregenal, en la zona de la Virgen de los Remedios, un complejo de tres casas, con capacidad para cuatro personas cada una, a las que van a sumar un molino en restauración que ofrecerá adicionalmente cinco habitaciones.

Desde hace unos años se dedicaban a promover la astronomía por los pueblos con el programa ‘Bajo un manto de estrellas’, y ahora de forma estable ofrecen tres cosas. En primer lugar el astroturismo en sí, con alojamiento, y monitores más telescopios; lo relacionan con el ‘turismo del conocimiento’, un viaje activo que no se limita a sentarse en un butacón de casa rural sino que se produce a través de las estrellas y con explicaciones divulgativas y literarias –los griegos y su mitología estelar- para llevar emociones al visitante, sigue explicando Quiñones.

Lo segundo que ofrecen es divulgación de la astronomía, para quienes quieran conocer mejor los cielos y hay mucho por saber –uno de los telescopios del complejo tiene memorizada la localización de 10.000 objetos estelares-, y en tercer lugar un ‘parque de telescopios’.

El parque es un emplazamiento donde los aficionados, generalmente extranjeros, han plantado sus aparatos y mediante telemando y vía Internet recorren el cielo extremeño desde sus casas viéndolo a domicilio en grandes pantallas a las que llega la imagen por internet. “De pronto pasaS al lado de los telescopios y ves que el del ruso empieza a moverse, bueno, pues este hombre ya está en marcha”.

Aficionados de Rusia, Estados Unidos, Bélgica o Alemania tienen ahí sus aparatos disfrutando de la escasez de contaminación lumínica y también que no hay polvo atmosférico en esa zona de dehesas húmedas, a diferencia de otras zonas secas de la región. “Pero yo digo que toda Extremadura es propicia para escrutar el cielo, no podemos elegir un área sobre otra”.

En las hospederías

La Dirección General de Turismo, en coordinación con diferentes agentes del territorio y direcciones generales, está trabajando según explica en diversas iniciativas en materia de astroturismo, entre las que destacar la puesta en marcha y el apoyo a infraestructuras relacionadas con la observación de estrellas, como el Observatorio Astronómico de Monfragüe o el planetario CETA-CIEMAT de Trujillo; o la implantación, en cuatro de los alojamientos pertenecientes a la Red de Hospederías de Extremadura, de cámaras de alta sensibilidad que permiten apreciar el cielo extremeño en todo su esplendor y cuyas imágenes puede seguirse a través del portal Sky Live.

Ya ha identificado los mejores puntos de observación para crear esa Red de Miradores Celestes de Extremadura; y conseguido la certificación de ‘Reserva Starlight’ y ‘Destino Turístico Starligt’ para el Parque Nacional de Monfragüe, mientras se sigue en futuras certificaciones para aquellas zonas de la región que ofrecen mejores condiciones para la observación del cielo; impulso a la elaboración de normativas sobre iluminaria exterior, sistemas de alumbrado y control y prevención de la contaminación lumínica; colaboración en el fomento de medidas de protección de la biodiversidad, o apoyo a programas de divulgación de la Ciencia de la Astronomía son otros elementos para este producto turístico.