Vara cree que Cataluña, y la situación internacional, abren posibilidades económicas para la región

El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, confía en que cuajen algunas de las conversaciones que está teniendo con inversores y empresas para que se instalen en la región, después de que la crisis catalana, y en general la apertura de los mercados mundiales, hayan abierto nuevas oportunidades para un territorio, Extremadura, que “ofrece la necesaria estabilidad política”.

Así lo ha dicho en encuentro esta mañana con los medios de comunicación en Mérida, en el que ha repasado la situación política nacional, y los desafíos para Extremadura el principal de los cuales es incrementar su actividad económica para entre otras cosas hacer sostenibles las cuentas regionales ya que “a veces tenemos dificultades incluso para pagar la nómina”.

Según ha explicado la crisis en Cataluña, que es ya “irrerversible” en una fuga de empresas que continuará porque “el daño está hecho”, y la búsqueda de los inversores nacionales e internacionales de nuevos lugares de ubicaciones industriales intensivas en mano de obra, y que persiguen entre otras cosas estabilidad política, abren muchas nuevas posibilidades a Extremadura. El avance de la extrema derecha europea, apunta, es un motivo de inestabilidad que nos favorece.

Una de las gestiones que está haciendo la Junta de Extremadura es la instalación en Mérida de una azucarera promovida por un grupo árabe, que tomará antes de que acabe en enero la decisión de ponerla en España o en Gran Bretaña, si bien en esta última localización “tienen los trámites más atrasados”. Vara está convencido de que la decisión ya está tomada, y confía en que sea positiva.

La azucarera traería otras industrias añadidas, algo de lo que está necesitada la región según el presidente de la Junta, empresas con alta ocupación de mano de obra.

“Proyectos empresariales que antes ni se planteaban instalarse en Extremadura ahora no lo descartan. Nos escuchan”. La región ofrece ante todo paz social y política, y en esto agradece la responsabilidad de los partidos políticos de la oposición como el PP, “pero también de los nuevos” como Podemos y Ciudadanos.

“Las cartas” de la inversión “han vuelto a repartirse y estamos mejor situado que antes”.

Proyectos de ocio, comercio y turismo

“Algunos proyectos van a salir adelante”, asegura, y ha citado los energéticos o la azucarera como los primeros, pero también hay posibilidades en el terreno turístico y residencial. Pese a lo ocurrido con el complejo de Valdecañas, tumbado por la Justicia, “estamos en conversaciones con grupos empresariales para proyectos de ocio, sobre todo con la llegada del tren [alta velocidad], y hay una empresa interesada en una nueva forma de entender los centros comerciales”.

“El lío de España me ha abierto muchas puertas y hay que aprovecharlo”.

Para todas esas inversiones “tenemos que resolver el problema del tren”, para el que destaca el papel del nuevo presidente de ADIF, Juan Bravo.

Rajoy, hasta el 2020

Fernández Vara está convencido de que Rajoy agotará la legislatura (quedan tres años más) y de que a principios de año se aprobarán los Presupuestos estatales 2018, entre otros motivos por la presión del PNV dado el favorable acuerdo que ha obtenido para el cupo vasco. Este año próximo por tanto no habrá elecciones en España, vísperas de otro, 2019, en el que “las habrá todas”.

El presidente se ha referido también a la violencia de género y a su preocupación por cómo está el problema entre los menores de 40 años, para lo que apuesta por un cambio de mentalidad entre los hombres; al cambio climático y las energías –convencido de que el diésel como carburante tiene fecha de caducidad en el 2030-; a las demandas del Campamento Dignidad, que cree se cumplen en el Presupuesto 2018 aunque el dinero vaya a otras partidas sociales y laborales; al crecimiento de Extremadura, que continuará en cifras altas a la vez que baja el déficit presupuestario por el incremento del PIB mayor a lo estimado, y a la imposibilidad a su juicio de que se llegue a un acuerdo en el nuevo sistema de financiación autonómica dado que las posturas de unos y otros “están muy alejadas”, lo que impedirá a su vez que se celebre en los próximos meses la segunda conferencia de presidentes autonómicos (la primera fue en enero de 2017).