Alcoa ha vuelto a iniciar el proceso para vender la planta que tiene en la Mariña de Lugo. En un comunicado, la multinacional de origen estadounidense indica que está “iniciando contactos con potenciales compradores fiables que pudieran tener interés en adquirir las operaciones” en el complejo industrial de San Cibrao, en el municipio de Cervo. Además, pide una vez más, y es la tercera, cambiar el acuerdo firmado con los trabajadores que le permitió parar hace dos años las cubas y dejar de producir aluminio primario.
El mismo día que se supo que la mesa de seguimiento está convocada para el 4 de abril en Madrid, en la sede del Ministerio de Industria, la empresa ha revelado que explora otra vez la posibilidad de una venta. En 2020, cuando presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) que terminó anulado por la Justicia, se vio presionada a establecer negociaciones con posibles compradores para deshacerse de las instalaciones de San Cibrao y evitar el cierre. Esas conversaciones terminaron frustradas, entre acusaciones del Gobierno central a la empresa de haber rechazado todas las propuestas de compra.
Ahora, aunque afirma que hay contactos con posibles compradores, Alcoa agrega que “esto no significa que se vaya a realizar una venta, ya que cualquier potencial transacción debe abordar adecuadamente cuestiones clave” para empleados y Alcoa. “Este paso es simplemente un esfuerzo por identificar partes interesadas con las que merece la pena tener un diálogo más profundo”, sostiene.
Con respecto al acuerdo de viabilidad firmado con la plantilla, pide otro cambio. Ya hubo uno en febrero de 2023 que retrasaba más de un año la recuperación de la actividad, parada desde enero de 2022. En octubre de ese año, la compañía paró la fundición de aluminio que todavía se mantenía y después anunció que suspendía la inversión del horno de cocción para ánodos pendiente. En enero de 2024 planteó otro aplazamiento, pero el comité de empresa lo rechazó, de modo que empezó a encender de nuevo las cubas, la parte fundamental de la factoría.
En el comunicado de este martes solicita cambios que implican “retrasos en las inversiones, flexibilidad para completar el reinicio de cubas por encima de las 32 que se están arrancando en la actualidad y el acceso al depósito de garantía del acuerdo si fuera necesario”. Los argumentos de la empresa son los que viene repitiendo en los últimos años: prevé “pérdidas significativas” en 2024 y 2025 y carece de “fondos suficientes para sostenerlas”. “La operación de la planta sigue sin ser viable”, insiste.
El comité de empresa, tras conocer el comunicado, ha pedido la implicación de Xunta y Gobierno central para conocer qué reuniones han tenido con Alcoa, informa Europa Press. También ha reaccionado la Xunta. La conselleira de Econonomía, Industria e Innovación, María Jesús Lorenzana, ha pedido a la empresa que dé detalles sobre el proceso que dice haber iniciado y habla de una “escasa definición por parte de la dirección de la empresa sobre cuál va a ser el destino de esta factoría lucense”. Si está analizando una venta, dijo, debe aclararlo, así como los plazos y condiciones con las que trabaja.