Primera consecuencia de la segunda reapertura de la instrucción judicial sobre el accidente ferroviario en el que fallecieron 80 personas y otras 144 resultaron heridas el 24 de julio de 2013 en el barrio compostelano de Angrois. Esta misma semana la Audiencia de A Coruña consideró que “procede” reabrir el caso para, como reclamaron las víctimas, incorporar información sobre la denuncia formulada por un exmecánico de la empresa Talgo según la cual, horas después del siniestro, fueron borrados del sistema informático de la compañía “averías críticas” en el tren siniestrado que él mismo había detectado poco antes. Y el juez instructor se dispone a hacerlo.
En un auto dictado este 15 de noviembre el juez instructor de la causa, Andrés Lago Louro, atiende la petición de la Plataforma Víctimas Alvia 04155, apoyada por la Fiscalía, y llama a declarar como testigo al exmecánico que facilitó al colectivo de personas afectadas por el accidente una declaración jurada en la que revelaba el presunto borrado de las averías por orden de “varios directivos”, que la compañía ferroviaria negó. También tendrán que comparecer en los juzgados de Santiago otros tres trabajadores de Talgo en el momento de los hechos, señalados por el propio exmecánico.
Dado que se trata de evaluar “un presunto borrado informático de datos técnicos relativos al tren accidentado” y toda vez que el Alvia siniestrado “fue objeto específico de estudio por parte de uno de los peritos del caso”, el ingeniero industrial de la Xunta José Manuel Lamela, el juez instructor pide de nuevo su participación en las pesquisas. Lamela tendrá que “asistir” al juez durante la toma de declaración a los nuevos testigos para “esclarecer” unos hechos “eminentemente técnicos”. Allí, especifica el auto, el perito incluso podrá “formular las cuestiones que estime necesarias” para “disponer de la mayor y más precisa información”.
Dada la complejidad técnica, agrega el auto, el propio juez no descarta que Lamela tenga que redactar “un nuevo informe pericial ampliatorio” en el que se esclarezca si, como asegura el exmecánico de Talgo, fueron borradas del sistema informático las señales de “averías críticas” en el tren. Las declaraciones se desarrollarán los próximos 12 y 13 de diciembre.
Con este auto Lago Louro da cumplimiento a lo ordenado por la Audiencia de A Coruña. El tribunal instó a investigar la denuncia del borrado de datos y, en caso de que las pesquisas resulten “infructuosas”, la causa “volverá al mismo punto en el que se encontraba”. Esto es, la instrucción quedará cerrada con el maquinista y un excargo de Adif como únicos imputados como presuntos responsables de 80 homicidios por imprudencia y la Audiencia tendrá que resolver sobre si valida o corrige esa resolución.
Todas estas diligencias suponen, en cualquier caso, un nuevo aplazamiento para el proceso, que ya se prolonga durante más de media década. En estos más de seis años la propia lentitud de los tribunales, unida a ocultaciones de Adif y Renfe, entre otros factores, han dificultado el avance de la instrucción judicial.