La frialdad con la que Alberto Núñez Feijóo trataba a Isabel Díaz Ayuso antes de su explosión como referente del PP tras las elecciones de Madrid ha desaparecido. Atrás quedan las elecciones de hace un año en las que Feijóo prescindió de Ayuso entre los invitados a sus mítines de campaña. “No nos ha pedido venir”, decían entonces los fontaneros dl PP gallego. Ahora, tras las elecciones de Madrid y el nuevo peso de la política madrileña en la escena estatal, todo son buenas palabras. Tanto es así que Ayuso ha sido la primera presidenta autonómica del PP en tomar la palabra en el arranque del Congreso en el que Feijóo se sucede a sí mismo y se ata a la política gallega durante cuatro años más.
“Eres un referente para todos”, “te necesitamos”, “sigue siendo como eres”... Puñados de frases como las anteriores salieron de la boca de Ayuso durante el acto que los populares gallegos retransmitieron por streaming, mientras en las calles de Santiago de Compostela los termómetros marcaban temperaturas por encima de los 30 grados. Pocos minutos antes, el presidente de la Xunta había hecho lo propio con su compañera: “Los gallegos valoramos mucho lo que haces”, “eres una gran mujer”, “has conseguido doblegar a todos” “tú nos alertaste de que esto [en referencia al COVID] iba a acabar con miles de vidas”. Si no fuera porque nadie sacó un reloj de oro y una placa de alpaca, cualquiera habría dicho que más que el inicio de un congreso político lo que estábamos viendo era la fiesta de jubilación del directivo de una gran empresa.
Entre referencias a Manuel Fraga y agravios al gobierno de coalición, el secretario de general del Partido Popular, Teodoro García Egea, calentó el ambiente del Congreso con un primer discurso en el que dio especial protagonismo a la sentencia del Tribunal Constitucional que tumbó el confinamiento decretado con el primer estado de alarma. García Egea lo tachó como “el mayor fracaso jurídico a la hora de luchar contra una dificultad de la historia de España” y ha calificó de “ataques intolerables al Constitucional” las declaraciones de los miembros del gobierno de coalición sobre la sentencia en los últimos días.
El denominador común en la mayor parte de las intervenciones de los otros líderes regionales del Partido Popular fue el ataque directo al Partido Socialista. Así explicaba el presidente del Partido Popular en Extremadura, José Antonio Monago, la situación de su tierra: “En Extremadura han estado 34 años gobernando, y donde gobiernan los socialistas no hay traballo, traballo, traballo. Somos líderes en paro, en paro femenino, en paro juvenil, en emigración y en tasas de pobreza”.
Los barones del Partido Popular han participado en una puesta en escena sobre la idea de unidad con la que Feijóo se aleja de cualquier lectura sobre las disputas internas de poder. Fue una ceremonia llena de cumplidos e intenciones de futuro en la que el presidente de la Xunta dibujó su autorretrato con las siguientes palabras: “No soy un recién llegado, tampoco soy un desconocido. No soy una incógnita”. En referencia clara a las próximas citas electorales, Feijóo lanzó la que será su proclama principal en los tiempos futuros: “No quiero dar un voto por perdido. El PP puede ser más fuerte, ganar en más ayuntamientos y gobernar todas las diputaciones”.
Que las elecciones de julio de 2020 eran el último asalto de Alberto Núñez Feijóo a la Xunta de Galicia ya ha quedado en el pasado. El barón gallego del PP apuntala este fin de semana su futuro político en la comunidad que lo elevó como uno de los principales referentes territoriales de la formación hasta la llegada de Isabel Díaz Ayuso. Durante la campaña que le dio su cuarta mayoría absoluta, Feijóo aseguraba que el de 2020 sería su último examen electoral en su tierra, pero a la luz de un congreso que lo ha colocado públicamente como “referente para todos los líderes del Partido Popular”, puede intuirse que Feijóo seguirá ostentado su cargo al frente del PPdG durante mucho tiempo. Su partido ya le pide una candidatura para optar a un quinto mandato dentro de tres años.