El presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, conseguirá llegar a las elecciones municipales sin una condena penal en su contra tras haber sido interceptado conduciendo su vehículo oficial a 215 kilómetros por hora en una vía limitada a 120. Tras intentar aplazar por segunda vez la vista rápida al que le había convocado una jueza de Puebla de Sanabria, a última hora de la mañana ha encendido su ordenador y se ha conectado con el juzgado por videoconferencia. En esos minutos de conexión, Baltar se ha negado a aceptar el escrito de acusación ni la pena que para él pedía la Fiscalía. Su actitud ha imposibilitado una sentencia de conformidad, por lo que el caso pasa ahora a un Juzgado de lo penal de Zamora que analizará el asunto el próximo 31 de mayo, tres días después de las elecciones en las que él mismo se juega seguir en la presidencia de la Diputación de Ourense.
El político del Partido Popular estaba citado por la jueza a las nueve de la mañana de este jueves pero intentó evitar ese requerimiento enviando un escrito a través de su procurador. En ese documento comunicaba su intención de no asistir a la vista, argumentando que su abogado tenía que acudir a las clases de un máster y que eso le impedía representarle ese día. A partir de ahí, el juzgado ha reaccionado anunciando que habría una nueva fecha y advirtiendo de que las incomparecencias podrían ser objeto de sanción. Ha sido entonces cuando Baltar ha echado el freno de mano para encender la computadora.
La Xunta, con Baltar
El presidente de la Xunta y del PP gallego, Alfonso Rueda, entró en el juego de despiste de Baltar. En su respuesta a las preguntas sobre el caso, aludió que hubo “mucha confusión” respecto a la intención del político ourensano de comparecer en su segunda citación y dijo desconocer si se presentó un segundo escrito de aplazamiento, algo de lo que informó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Rueda manifestó que se alegra de que Baltar haya decidido finalmente responder a la citación de la jueza y ha considerado que lo ocurrido, con un primer juicio que se tuvo que aplazar por incomparecencia y un segundo intento de posponerlo, “puede entrar dentro de la normalidad”. Ha vuelto a esquivar pronunciamientos sobre posibles consecuencias políticas si el presidente de la Diputación de Ourense resulta condenado por la vía penal.