...Y Betanzos siguió siendo el Ohio gallego

En las Ciencias Políticas se repite con frecuencia el dato de que en las elecciones presidenciales norteamericanas quien gana en el Estado de Ohio gana también en el conjunto del país. Así ha sido desde 1960. Ohio es un swing state, muy competido entre republicanos y demócratas y que suele cambiar de partido dominante con frecuencia, casualmente siempre en la misma dirección que el resultado global. Esta circunstancia dio pie a que el equipo responsable del blog Piedras de Papel titulase Aragón es nuestro Ohio el libro en el que analiza estos mismos fenómenos en España. En él destacan no sólo que quien gana en la comunidad autónoma de Aragón también lo hace en el conjunto del Estado, sino que hasta estos comicios había 81 localidades en las que también se repetía esta circunstancia.

En Galicia también tenemos desde hace muchos años nuestro Ohio. Se trata de Betanzos, que suele registrar en casi todos los comicios los mismos resultados que se consiguen en el conjunto de la comunidad. En las jornadas electorales cuentan que el propio Manuel Fraga solía exigir inmediatamente los resultados de la villa coruñesa (“¡Háganme el test de Betanzos!”) para tener una idea certera del resultado final en el conjunto del país. Se trata de un fenómeno casual, pero no tanto. Betanzos es una villa de tamaño medio (13 mil habitantes), ni urbana ni rural, una localidad que por su composición social puede representar bien a la totalidad de Galicia. Una middletown cuya estructura humana y comportamiento electoral ha sido estudiado a fondo por Carmen Cotelo en su libro Betanzos, magic town (Biblos), publicado el pasado año con el apoyo del profesor de Estadística de la UDC, Salvador Naya. La autora concluye que, en muchos aspectos, Betanzos es una “ciudad matemáticamente perfecta”, una muestra fiel del universo gallego, lo que la lleva a calcar los resultados electorales y las variaciones en el voto de los partidos.

¿Que sucedió este domingo en Betanzos? Pues lo mismo que pasó en el conjunto de Galicia. Los resultados en la villa no sólo mantuvieron el misma orden (el PP fue la fuerza más votada, seguida de En Marea, PSOE, Ciudadanos y Nós) sino que las variaciones con el respecto a los datos gallegos fueron mínimas. Así, el PP obtuvo un 36,62% (en Galicia, 37,1%), En Marea un 25,38% (25,04%), el PSOE un 22.18% (21.33%), Ciudadanos un 9,24% (9,07%) y Nós un 3,74% (4,32%).

Podría pensarse que los grandes cambios que se produjeron en estos comicios, con la aparición de nuevas fuerzas y la mayor fragmentación del voto llevarían a un incremento de las desviaciones con respeto a la media pero, de hecho, sucedió lo contrario. Se observamos los datos de las convocatorias electorales (excepto las municipales) desde 2008, las elecciones del 20 diciembre fueron la cita en las que los resultados de Betanzos más se parecen a los gallegos. Eso sí, su fiabilidad es pasmosa en cualquiera de los años analizados y en la mayor parte de los casos las diferencias en cada candidatura son inferiores a los dos puntos porcentuales, e incluso inferiores a un punto.

Curiosamente, Betanzos no aparece entre las 81 localidades que los autores de Piedras de Papel señalan como los Ohio españoles, en los que desde 1977 siempre coincidió el partido ganador en las elecciones generales. La villa del Mandeo tuvo un pequeño fallo, en 2004, cuando ganó el PP por cuatro puntos frente a la victoria socialista en el conjunto de España.

En esa lista, en cambio, sí aparecían otros tres ayuntamientos gallegos en los que desde los primeros comicios la candidatura ganadora había sido la misma que accedía al Gobierno, añadiéndose a esta lista de magic towns. Se trata de Arteixo, Cambre y Redondela. En todo caso, en estas tres villas, algo más pobladas que Betanzos y más próximas a grandes ciudades, las diferencias de voto con los resultados globales de cada candidatura fueron en todas las convocatorias muy superiores.

Además, si observamos los resultados registrados en las elecciones del domingo, vemos como los tres ayuntamientos acaban de perder esa condición de predictores del ganador final. En los tres, curiosamente, la fuerza más votada fue En Marea, que superó de forma clara al Partido Popular, con diferencias de dos puntos en Arteixo, cuatro y medio en Cambre y casi cinco en Redondela.

No fueron los únicos Ohios que dejaron de serlo. De las 81 localidades que hasta ahora siempre habían registrado el mismo ganador que el conjunto del Estado, tan sólo seis (Jaca, Villaquilambre, Ponferrada, Coca, Cogollos y Plasencia) lo volvieron a hacer. Los cambios políticos y la fragmentación del voto dibujaron un escenario mucho más mestizo e impredecible. Pero Betanzos sigue siendo completamente fiable.