El BNG, formación de izquierda nacionalista que en Galicia encabeza la oposición a Feijóo en el Parlamento y cuenta con un diputado en el Congreso, no apoyará la reforma laboral anunciada este jueves por el Ministerio de Trabajo. En lo que definen como “valoración de urgencia”, los nacionalistas gallegos aseguran que el pacto entre el Gobierno central, UGT, Comisiones Obreras y la patronal “mantiene los aspectos más lesivos y problemáticos [para los trabajadores] de la reforma del PP en 2012”.
La nota de prensa difundida por el BNG este viernes entra en materia y concreta que el acuerdo “no modifica algunas de las disposiciones más graves” de la legislación aprobada en su día por el Ejecutivo Mariano Rajoy y sin consenso. Es el caso de aquellas que “facilitaban el despido y reducían la indemnización de 45 a 33 o 20 días”. Tampoco restituye la autoridad laboral en caso de expedientes de regulación de empleo. Según el BNG, ni siquiera “cambia sustancialmente las condiciones de la negociación colectiva”. Avala esta afirmación con el argumento de que siguen prevaleciendo los comvenios de ámbito estatal sobre los de ámbito provincial o autonómico: “Esto debilita la capacidad de presión y de negociación de los trabajadores y trabajadoras y, por lo tanto, las posibilidades de mejorarlas a través de convenios”.
La formación que lidera Ana Pontón incluso duda de que las reformas dirigidas a reducir la temporalidad del mercado de trabajo -uno de los principales objetivos confess del acuerdo- “realmente vayan a servir para reducir el abuso de la temporalidad y de la subcontratación”. No da más detalles al respecto, pero sí afirma que el llamado contrato formativo “es, de nuevo, una puerta abierta a la sobreexplotación de la juventud”.
El BNG también recuerda que del diálogo entre sindicatos y patronal están excluidas centrales nacionalistas como las vascas ELA y LAB o la gallega CIG, primera por número de delegados en la comunidad, y ello a pesar de ser considerados “más representativos” por el ministerio. “Está claro que el Gobierno de PSOE y Podemos no ha derogado la reforma laboral, y ha faltado a las promesas y compromisos adquiridos incluso por escrito”, señala, antes de calificar de decepcionante la reforma, “más decepcionante aún si tenemos en cuenta que existe una mayoría parlamentaria que posibilitaría aprobar una nueva normativa realmente avanzada”.
El único diputado del BNG en el Congreso, Néstor Rego, votó a favor de la investidura de Pedro Sánchez en 2020, pero desde entonces se ha distanciado y sus intervenciones en la Cámara son extremadamente críticas con el Gobierno. Suya fue la única abstención a los Presupuestos del Estado aprobados en noviembre.