Caos en los colegios gallegos tras las órdenes tardías y contradictorias de la Xunta sobre su apertura después del apagón

El desconcierto ha reinado esta mañana en los colegios gallegos. Las instrucciones tardías y contradictorias emitidas por la Xunta de Galicia contribuyeron al desconcierto de familias y alumnado. No estaba claro si los centros abrirían sus puertas, si en ellos habría profesorado o si los niños y niñas podrían quedarse en ellos. La Consellería de Educación admite que ha habido incidencias que “se resuelven con la máxima celeridad” y achaca la descoordinación a la “limitación en las comunicaciones”. El BNG ha denunciado la confusión en el ámbito educativo y solicita explicaciones del presidente Alfonso Rueda, al tiempo que celebraba el “comportamiento ejemplar” de la ciudadanía gallega.
El presidente gallego tardó en comunicar que este martes, 29 de abril, no habría docencia. Lo hizo en una rueda de prensa convocada para las 20.15 de la tarde. Dos horas antes, su conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, había explicado en la Radio Galega que ya estudiaban si suspender o no las clases. Cuando Rueda lo confirmó, la Consellería de Educación remitió un mensaje a través de Abalar, la red de comunicación interna del sistema educativo autonómico, en el que explicaba que “debido al apagón general” se “cancelaba la actividad docente y el transporte escolar”. Según relata a elDiario.es una profesora de Secundaria de un instituto de la provincia de Pontevedra, la información no circuló a través de ningún otro de los canales habituales: ni por el correo electrónico, ni se colgó en las web de la consellaría o de la Xunta, ni por el Edixgal -programa digital de las aulas gallegas.
Pero al mismo tiempo que Alfonso Rueda anunciaba que este martes no habría clase, también solicitaba al Gobierno central que se pusiese al mando de la crisis, al solicitar el paso al nivel 3 de emergencias. El Ejecutivo de Sánchez ordenó entonces que los colegios debían permanecer abiertos. Inspección educativa remitió —de madrugada— una nueva comunicación a los equipos directivos en la que rectificaba la posición inicial: “Los centros deben permanecer abiertos con el personal disponible para asistir cualquier incidencia o la atención de alumnado que pueda presentarse”. Las distintas direcciones tendrían que organizar “esta atención con el personal que se encuentre en los centros”.
La información apenas llegó a las familias, que a primera hora del día no estaban seguras de a qué atenerse. Las preguntas se sucedían ya de madrugada en los grupos de whatsapp de padres y madres. Fue el caso del Apóstolo Santiago, un pequeño colegio de Infantil y Primaria ubicado en un barrio trabajador próximo a la zona vieja de Santiago de Compostela. Su servicio de comedor, también dependiente de la Xunta pero en manos de un cátering privado, no estaba garantizado. Tampoco el transporte escolar —el Gobierno gallego lo suspendió debido al gasto de combustible que supone. Pero lo que resultaba una incógnita mayor era si los niños y niñas podrían quedarse en el centro. Fueron dirección y docentes los que se hicieron cargo de la situación y pusieron a funcionar la escuela. No sucedió lo mismo en una escuela de la comarca de Vigo, en el que la dirección decía a las familias que conciliar “no se considera una incidencia” y que no había nada como servicios mínimos.
A las ocho de esta mañana, el facebook de la Consellería de Educación reiteraba el mensaje modificado tras asumir el mando el Gobierno central y pedía además “comprensión a las familias ya que algunos centros pueden no tener preparada la apertura para primera hora del día debido a las dificultades para establecer las comunicaciones”. Suso Bermello, responsable del principal sindicato en el ámbito educativo, CIG-Ensino, denunciaba en las redes sociales la descoordinación en los mensajes de la Xunta:
Durante la noche, Red Eléctrica fue restaurando el suministro eléctrico en toda la comunidad —en Santiago sucedió pasadas las 5 de la madrugada. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció esta mañana en rueda de prensa que reclamaría al Gobierno central volver al nivel 2 de emergencia y volverse a poner al frente.
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