El ofrecimiento de casa gratuita para los médicos que refuercen la atención primaria en verano no ha evitado el colapso del servicio en la localidad pontevedresa de Sanxenxo. La Xunta ha decidido cerrar las agendas de los sanitarios del centro de salud de Baltar en este municipio costero, villa de veraneo del rey emérito o del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, que multiplica por cuatro su población en el periodo estival. En las instalaciones no se darán más citas en lo que queda de mes y solo se atenderán urgencias. El Servizo Galego de Saúde (Sergas) argumenta la decisión con que la previsión de que estén disponibles solo cuatro médicos “y, posiblemente, tres en los días siguientes, de los ocho que conforman el personal”.
El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés sostiene que esta es la manera de intentar mantener “una adecuada atención a la totalidad de la población de esta localidad” y justifica la decisión de “dedicar todos los efectivos para atender las consultas urgentes”. La medida, añade, es “provisional” y la previsión inicial es mantenerla hasta el 31 de agosto.
La pasada semana el gerente y la directora del área sanitaria se desplazaron hasta el centro de salud de Baltar, donde mantuvieron una reunión técnica con los facultativos para analizar la situación. Durante el encuentro se estableció un circuito para que la renovación de recetas se efectúe por la farmacéutica de atención primaria del centro de salud de la localidad pontevedresa, según indica Europa Press.
Así, el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés subraya que busca una reorganización “responsable” de los medios asistenciales de atención primaria y argumenta que está condicionada por la carencia de profesionales para la contratación en el ámbito de medicina de familia, además de las vacaciones y las bajas por diversos motivos.
La situación límite se repite en el centro de salud de Sanxenxo. Hace un año algunos de los trabajadores llevaron ante la Fiscalía y la Valedora do Pobo la situación de colapso en la que trabajan. El Ayuntamiento ofreció este verano casa gratis a los médicos que refuerzan el servicio, un plan que tiene el respaldo de la Xunta, pero no de las asociaciones de profesionales sanitarios, que criticaron la medida y señalaron que no solucionaría el problema. La Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública la tachó de “maniobra de marketing cutre y populista”.