Los concejales del PSOE en Santiago desobedecen al partido y apoyan la ordenanza que limita los pisos turísticos

Luís Pardo

24 de junio de 2024 18:10 h

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Fueron fieles a sí mismos y a lo que defendieron durante los últimos meses. Los seis concejales del PSOE en el ayuntamiento de Santiago desobedecieron la orden directa de la cúpula local del partido y votaron a favor de la ordenanza sobre pisos turísticos que cierra políticamente el capítulo normativo sobre estas viviendas. La postura de los socialistas era clave para la aprobación de una norma ya que los ocho votos del gobierno local, formado por BNG y Compostela Aberta (CA), eran insuficientes ante los 11 representantes del PP, abiertamente opuesto a esta regulación. La rebelión explícita consuma la ruptura entre el grupo municipal y la dirección después de que el viernes el responsable del partido en la ciudad, Aitor Bouza, hiciese causa de esta decisión y amenazase con la apertura de expediente a quien rompiese la disciplina. Es el camino que espera ahora a unos ediles que han optado por ser coherentes con una norma que pone el broche a la modificación del Plan Xeral de Ordenación Urbana (PXOM) impulsada por el gobierno socialista durante el pasado mandato.

“Hoy es uno de esos días en los que uno se pregunta si la política merece la pena, y creo que sí”. Cuando la socialista Mercedes Rosón tomó la palabra todos los ojos se clavaron en ella. Antes, su sucesor al frente de la cartera de Urbanismo, Iago Lestegás, fue el encargado de defender una medida que “culmina un proceso” y “no indulta” a las viviendas turísticas (VUTs) que ejercían antes de la reforma del PXOM. “Si la vivienda se dedica permanentemente a uso turístico, deja de ser una vivienda; si son cientos hay un proceso de hotelización del parque residencial”.

La teniente de alcalde y portavoz de CA, María Rozas, habló de un nuevo capítulo de una historia que comenzó hace 10 años, durante su gobierno, y que continuó con la reforma del PXOM, impulsada por un PSOE “con Rosón como concejala de Urbanismo” y el apoyo de su partido.

Lo que la ordenanza no dice

“Hoy el debate no es tanto por lo que dice la ordenanza como por lo que no dice”, al no regular las VUTs preexistentes, algo que “quedó en evidencia porque no votamos legalizar 800 viviendas de uso turístico que operaban sin licencia municipal”. Por eso está convencida de que esta propuesta “es la correcta, la mejor para los intereses generales”.

En su turno, Rosón no ahorró reivindicaciones de los méritos del gobierno socialista ni la postura entonces del BNG, que se abstuvo en la reforma del PXOM. Se refirió a la ordenanza como “un mero trámite administrativo de una medida que incluimos nosotros, no exenta de costes políticos y personales”, un camino que fue “más difícil” cuando no se entendía. Hoy, se satisface al ver “cómo otras ciudades siguen nuestros pasos”.

“El grupo socialista se reafirma en lo hecho” tras afirmar que el tiempo “nos ha dado la razón”, con la disminución del número de viviendas para uso turístico en la ciudad mientras crece en el resto de urbes de Galicia. En ese proceso, “nunca”, contaron con ayuda de una Xunta que “salta sus propias leyes” e “incumple su propio decreto”. Pero no sólo criticó la postura del gobierno autonómico.

“No contamos con el BNG en el pasado mandato”, dijo al considerar “escandalosa” la postura entonces de la hoy alcaldesa, a quien acusó de jugar al “caciquismo político”. “Ahora quieren colgarse los galones y decir que están desde el minuto uno con la regulación, sabe que no es cierto y su abstención de entonces lo prueba”.

Por eso, tras admitir la “profunda reflexión” de su grupo desde el viernes, cuando el responsable local anunció la orden de abstenerse, afirmó: “Hoy abstenernos porque no nos gustan las formas tiene exactamente el mismo valor que votar en contra, por tanto, ¿cómo es posible no apoyar un texto que es en esencia una medida socialista? Caeríamos de inmediato en lo mismo de lo que acusamos a la señora Sanmartín”, es decir, “tacticismo” para “propinar una derrota al gobierno”.

“Eso no tiene ningún sentido y siendo conscientes de las consecuencias decidimos ser leales y consecuentes con la ciudad y los vecinos”, Rosón seguía leyendo con la voz rota ya por el llanto, “y con lo que defendemos siempre estos concejales”. Su intervención se cerró entre aplausos.

Los “engaños” de la alcaldesa

Pese a los reproches por el pasado, esa luna de miel entre las fuerzas de la izquierda se rompió con la intervención del portavoz del PP. Borja Verea, recordó que, en la campaña de las últimas municipales, “Sanmartín y el BNG mintieron” a las familias propietarias de VUTs, lo que le permitió, con sus votos, obtener la alcaldía con “engaños” al quedar por delante de PSOE“. ”¿No le da un poco de vergüenza? Porque o pide perdón o tiene que estar escondida“, preguntó, tras reconocer los méritos de PSOE y CA en el control de las VUTs.

“Está ahí sentada gracias a una mentira y estos días dejó claro que no sólo no se arrepiente sino que no tiene ningún problema en mostrarse como una impostora” e invocó al karma para desearle “que tenga políticamente los días contados”.

En la réplica, tanto Lestegás como Rozas agradecieron la “valentía” del grupo socialista “y en especial la de Mercedes Rosón”. El portavoz del grupo socialista, Gonzalo Muíños -perteneciente al sector históricamente enfrentado al de Rosón- reconoció que, tras la irrupción de Bouza, vivieron un fin de semana de “vorágine” del “despertar de una conciencia social” que los convenció de “no ceder a presiones en políticas de vivienda”. Y también señaló a la alcaldesa, seguro de que “le ha pesado mucho su abstención” en la reforma del PXOM. “A diferencia de usted, no nos vamos aponer de lado. Dentro de unos años queremos poder decir que hicimos las cosas bien.

Tras tantas menciones, la alcaldesa no renunció a un turno de cierre, en el que admitió que afrontar el problema de la vivienda “no tiene un abordaje fácil” y que las normas “tienen que adaptarse a cada momento”. Por eso, justificó que, en su momento, defendiese una disposición transitoria para tratar de adaptar a la normativa las viviendas preexistentes. Sin embargo, la situación ha cambiado y con el PXOM aprobado y en vigor esa opción “desapareció”.

Silbatos, pancartas y la opinión de los vecinos

El pleno se inició con un minuto de silencio por las víctimas de la violencia de género, mientras llegaban desde la Praza do Obradoiro los sonidos de silbatos y los gritos de “No somos especuladores”, emitidos por la protesta de pequeños propietarios de VUTs. Su portavoz, Estrella Ferreiro, fue la encargada de abrir la sesión desde el público. Consideró “esperpéntica e injustificada” la modificación del PXOM, “que tiene un recurso admitido a trámite ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia”.

Tras preguntarse si estaba ante un caso “de ignorancia o mala fe” ante la “ruina” a la que la ordenanza aboca a unas 600 familias, remató solicitando a la corporación “una nueva ordenanza urbanística tendiente a solucinar los fallos” de una ordenanza “incompleta y huérfana de justificación”.

Por parte de la Plataforma Vecinal de Galeras, barrio que rodea el Obradoiro por el sur, Pilar Sampedro se preguntó “quién controla” a los visitantes en una ciudad en la que “la capacidad de acogida no es ilimitada”. Recordó que para los vecinos del barrio “es muy difícil comprar en un supermercado que está ocupado por los inquilinos de los pisos turísticos”.

Antecedentes... y epílogo

En febrero de 2023, el gobierno del socialista Sánchez Bugallo, donde Mercedes Rosón era responsable de Urbanismo, modificó el PXOM para restringir las VUTs a las primeras plantas y los bajos residenciales. Entonces, quedó pendiente estudiar una fórmula para regular las viviendas preexistentes. Sin embargo, los informes jurídicos recibidos por el ejecutivo de BNG y CA consideraron imposible “resucitar” -en palabras del concelleiro de Urbanismo, Iago Lestegás- un ordenamiento derogado. Eso dejaba unos 600 pisos fuera de la legalidad y sin posibilidad de adaptarse a ella. Por lo tanto, en lugar de la ordenanza que esperaba el sector -y sobre la que existían “expectativas” de regularización, según reconocieron todas las partes-, lo que presentó el gobierno local fue otra, la aprobada en pleno, sobre la comunicación de la actividad turística al ayuntamiento y que dejaba conscientemente fuera esa posibilidad. Capítulo cerrado.

Sin embargo, pese a ser en buena parte responsables de esa medida, reivindicada como “socialista” por Rosón, la dirección local decidió tratar de frenar un paso que, al mismo tiempo, insiste en minimizar como un mero trámite administrativo. Bouza no ocultó que las diferencias con el ejecutivo eran “de forma y no de fondo” y con su inesperada instrucción, que suponía un vuelco en lo anunciado hasta entonces por el grupo municipal, buscaba un doble objetivo. Uno, explícito: recordarle a la alcaldesa, Goretti Sanmartín, su posición de minoría. El segundo, implícito y en clave interna: forzar a los concejales, especialmente al sector liderado por Rosón, a desdecirse o bien a mantener su postura y sufrir un expediente. Ninguno de ellos estaba relacionado con el asunto de fondo: la problemática de la vivienda en una ciudad que aspira a ser declarada zona tensionada tras ver crecer el precio de los alquileres un tercio durante el último lustro.

El epílogo tendrá lugar a partir de las ocho de la tarde de este lunes. El domingo, y entre las presiones a los concejales, la dirección local convocaba al grupo municipal a una reunión extraordinaria para tratar la situación del personal eventual una vez finalizado el pleno. Unos y otros estaban convencidos de que su futuro dependería en buena medida del sentido del voto de los ediles. Antes de iniciar el pleno, a alguno de los afectados se le oyó decir que allí se decidiría su “sentencia de muerte”, lo que no le impidió aplaudir con fuerza cuando Rosón desveló su intención de desobedecer la orden de Bouza. El orden del día, con un único punto, es claro: “Ratificación de la propuesta de la propuesta de modificación del personal eventual”. Todo indica por tanto que las primeras víctimas de la rebelión serán, así, el jefe de prensa y la jefa de gabinete del grupo municipal.