El Concello de Vigo construirá una carretera en las inmediaciones de un espacio natural, expropiando viviendas contra la voluntad de los vecinos
“De un día para otro, nos enteramos de que nuestras casas iban a ser expropiadas”. Así relatan los vecinos de Beade cómo descubrieron a partir del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal de Vigo, aprobado en agosto de este mismo año, que el Concello de la ciudad va a construir una carretera entre las parroquias de Beade y Bembrive. El vial sería un intercambiador de cuatro carriles que conectará la A-55 con la calle Clara Campoamor con tramos de túneles.
La construcción planteada a 18 años según el PXOM afecta directamente a, por lo menos, un colegio de la zona y a diez viviendas de particulares. Además, muchos de los suelos de la zona han sido recalificados de urbano a rústico, devaluando su precio en un 80% en caso de querer venderlos. La condición en la que una zona está denominada como urbana depende de su acceso a la luz o su saneamiento. “Son cosas que están reconocidas a día de hoy. No tiene sentido que si tenemos esos servicios mínimos cambien la denominación. Parece algo arbitrario”, declara Ana Pascual, la presidenta de la Plataforma de Afectados por el Vial de Beade (AVIBE).
La obra está adjudicada a la empresa Oficina de Planteamiento S.A., que va en forma de Unión Temporal de Empresas (UTE) con Sepia. Además, no se sabe exactamente a cuánta superficie afectará. “Lo que hay es un plano a mano alzada y no se ha hecho un estudio técnico ni de impactos”, asegura Pascual. Tal y como ha podido verificar este diario, tampoco se ha notificado a la Axencia Galega de Infraestruturas, organismo competente para este tipo de obras y dependiente de la Xunta de Galicia.
“Lo peor”, según los vecinos, es que algunos se habían hipotecado obteniendo las licencias correspondientes en febrero de este año para construir la casa de sus hijos en la parroquia viguesa y ahora han visto cómo la carretera les “pasaría por encima sin haber sido avisados”.
Y no solo afectaría a quienes le expropian directamente la casa. “Hay un empeoramiento del nivel de la calidad de vida: aumenta del tráfico en una zona tranquila, aumentan los compuestos contaminantes y mayor contaminación acústica”, detalla Pascual. “Incluso la propia Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento nos ha dicho en una reunión que entendían nuestra situación”, explica Pascual, y añade que desde dicho organismo les dijeron que presentasen la alegación y que después se valoraría si el vial es necesario. “Abel Caballero tampoco se ha querido reunir con la plataforma”, lamenta su presidenta. elDiario.es se ha puesto en contacto con el Concello de Vigo para recabar su postura en torno a las discrepancias vecinales que rodean al proyecto pero no ha obtenido respuesta.
Con posterioridad a la publicación de esta información, Abel Caballero ha hablado en el programa de televisión que protaogoniza, 'Vigo de cerca' para sentenciar: “El vial se va a construir porque en esta ciudad según qué cosas, se soportan problemas de tráfico durante décadas”. Según su relato el vial afectará “a solo unas poquitas casas”.
La parroquia de Beade es una de las pocas zonas rurales habitadas que quedan en el área metropolitana de Vigo, por lo que la obra tendría un impacto medioambiental enorme. “La obra toca dos ríos y habría levantamientos de tierras, lo que sería algo horrible para la biodiversidad de la zona”, explica Xaquín Pastoriza, de Ecoloxistas en Acción de Vigo. El mismo activista relata a este periódico que en la zona de las Fervenzas do Gorgoso hay registrada una comunidad de nutrias, salamandras y una pareja de aves rapaces si bien ya por todo el monte colindante hay zorros, jabalíes y liebres, entre otras especies.
La obra también afectaría a monumentos patrimoniales entre Beade y Bembrive. “Hay un petroglifo, molinos y hasta una mina de agua con más de 100 años de historia”, cuenta Roberto Estévez, vecino de la zona que califica la obra de “vergonzosa y sin explicación lógica aparente”. “Beade tiene una calidad de vida buenísima, si Vigo quiere seguir la normativa ambiental y de sostenibilidad de la UE no tiene sentido algo así”, añade.
Ante esta situación, toda la comunidad se organizó en torno a una nueva plataforma: AVIBE. “Al principio éramos 4 y ya somos casi 150 personas”, detalla Ana Pascual, su presidenta. La asociación lleva organizando protestas en Beade, una parroquia con algo más de 5.000 habitantes, todos los domingos durante este último mes y ha fijado una manifestación en el centro de Vigo para el día 15 de enero. También han presentado una alegación conjunta y están preparando un estudio de impacto con ingenieros y arquitectos. “Iremos al Contencioso”, promete Pascual al ser preguntada por qué harían si el Ayuntamiento no cambia sus planes.
Y es que “no hay una necesidad real de construir el vial”, asegura Ana Pascual. “Para eso ya se hizo en su día la VG-20, que ya ha hecho sus estragos ambientales”. Siguiendo las sospechas de las fuentes consultadas, la única explicación es que se haga para conectar las factorías de O Porriño con la fábrica de coches de Citroën de Vigo. “Todo apunta a otra obra faraónica del alcalde Abel Caballero”, apunta Ana Pascual.
Todas los miembros de la oposición en el Concello de Vigo se ha postulado en contra del proyecto y han contactado con AVIBE. Desde en Marea de Vigo, Rubén Pérez no lo ve como una alternativa de movilidad necesaria. “Se plantea como una ampliación al servicio que se hace a Citroën, se sacrifica así una parroquia y un espacio natural para las necesidades inmediatas de la empresa”. Además, no solo no quieren un cambio en el plano sino que “no es algo que se tenga que construir”.
El BNG, por su parte, exige al gobierno municipal justificar la construcción del vial de alta capacidad y lo consideran un ejemplo de la “opacidad y falta de transparencia” del actual gobierno local de Abel Caballero. “Lo normal es que una obra de estas dimensiones se consensúe con la comunidad de vecinos”, argumenta Xabier Pérez, portavoz del partido nacionalista en Vigo.
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