Los efectivos de extinción dan por controlado desde el pasado martes el incendio más grande del verano en Galicia, en el que 720 hectáreas quedaron arrasadas en Monterrei (Ourense). La Xunta, como cada año, vuelve a reclamar la colaboración ciudadana para poder prevenir unos fuegos que “evidencian una clara intencionalidad”, asegura. Desde que el 1 de julio se inició la campaña de riesgo extremo por incendios, en la comunidad han ardido más de 1.000 hectáreas, la mayor parte de ellas en la provincia de Ourense. Sigue en pie la convocatoria de huelga por parte del personal de prevención de incendios, que desde el 1 de agosto iniciará un paro con el que reclaman al Gobierno gallego la mejora de sus condiciones laborales.
Las brigadas forestales dieron por controlados este martes dos nuevos fuegos en el concello de Quiroga y en el de Manzaneda, en los que ardieron 25 y 23 hectáreas respectivamente. A pesar de que desde Medio Rural no se informa de los focos que afecten a menos de 20 hectáreas o que no pongan en peligro ni núcleos urbanos ni zonas protegidas, la consellería informó de otros cinco fuegos en el municipio de Cotobade. A través de una publicación en su cuenta oficial de Twitter, hizo un llamamiento a la población para que informe sobre “cualquier movimiento o conducta sospechosa” en su teléfono anónimo, el 900 815 085.
El de Cotobade fue extinguido durante el propio martes y no superó la marca de las 20 hectáreas. En los últimos siete días se registraron los fuegos más grandes de la temporada de riesgo alto, en los que más de 1.000 hectáreas terminaron calcinadas solo en la provincia de Ourense. El incendio de Monterrei se inició el viernes 24 de julio y permaneció activo durante cuatro días, aunque en un primer momento se había considerado controlado el domingo. Esa misma semana ardieron otras 210 hectáreas en Viana do Bolo y unas 144 en Verín.
El ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo no ofrecerá la cifra de la superficie total quemada hasta que finalice la campaña de riesgo extremo, el 30 de septiembre. Según los datos que sí ofrece la Consellería de Medio Rural, en la que se incluyen principalmente los grandes incendios, habría alrededor de 1.300 hectáreas calcinadas.