Ya lo habían advertido tras la tan masiva cómo inédita movilización durante los exámenes de oposición del pasado mayo “Este día marca un antes y un después.... Y solo es el principio”. Dicho y hecho. Las enfermeras eventuales del Servizo Galego de Saúde, las Enfermeiras Eventuais en Loita se han organizado en una plataforma que ha roto los esquemas habituales de las protestas en el sector sanitario en Galicia, han replicado con datos a las primeras declaraciones oficiales que intentaron opacar sus reivindicaciones y ahora intentan fortalecer su movilización buscando apoyo entre la ciudadanía.
“Cuida a quien te cuida” es uno de los lemas más reiterados por Enfermeiras Eventuais en Loita desde su nacimiento como colectivo y ahora también es la conclusión del Manifesto pola fin da precariedade na enfermaría galega, que acaban de lanzar para buscar apoyos mediante firmas. “Es muy probable que cuando leas estas líneas estés sano o no tengas que recurrir a la sanidad pública gallega” o a lo mejor, sí, explican. De cualquier modo, “no podemos esperar a que un problema nos afecte directamente para ser sensibles a la realidad que nos rodea”.
En su caso, detallan, la realidad es que “hace años que arrastramos un problema en la enfermería gallega: nos vemos sometidas a una precariedad laboral extrema que se agrava cada día más”. Altísimas tasas de temporalidad y eventualidad que implica que “no tengamos derecho a vacaciones o a permisos por matrimonio o bajas por enfermedad o embarazo”. “Sufrimos continuamente la movilidad entre servicios, la concatenación de contratos durante años, dificultades para conciliar, amenazas de penalizaciones en las listas de contrataciones...”. Y todo esto, advierten, impacta “directamente” en la atención a la ciudadanía.
La propia magnitud del colectivo, advierten, es sinónimo de la dimensión del problema. Esta es una situación que “vivimos alrededor de 10.000 enfermeras” y que “se mantiene durante más de doce años” incluso con “varias convocatorias de oposiciones aprobadas”, hecho que a su juicio “demuestra que no se satisfacen las necesidades reales de la enfermería, porque las plazas siempre son insuficientes”. A su juicio, la “traducción a la realidad” es que la Xunta “considera que es mejor tenernos esclavizadas y sin derechos”, toda vez que de este modo “dispone de miles de profesionales formadas y no ubicadas en contratos estables” de las que puede echar mano “a cualquier hora del día o de la noche”. “Cogerán el teléfono, porque si no, no comen”, resumen.
Estas son las razones que las llevan a pedir el apoyo de la ciudadanía para una tabla reivindicativa de tres puntos: “luchar contra la precariedad”, “defender la sanidad pública” y “avanzar en el reconocimiento de la enfermería como disciplina autónoma”. Las trabajadoras de enfermería del Sergas “se dejan el alma cuidando a quien lo necesita”, pero “nos sentimos indefensas porque la Administración no nos cuida”. Esta, concluyen, es la razón por la que buscan el apoyo ciudadano. “La precariedad laboral no puede ser compatible con un sistema de salud de calidad”, finalizan.
La Xunta: “No siempre hay contratación fraudulenta”
En la misma jornada en que las enfermeras eventuales hacían público su manifiesto, la directora generalde Recursos Humanos del Sergas, Margarita Prado, tenía que responder en el Parlamento una pregunta del socialista Julio Torrado sobre recientes sentencias judiciales que cuestionan, precisamente, la concatenación de contratos eventuales. Estos pronunciamentos de los tribunales constatan, a juicio del diputado del PSdeG, la obvia “situación de precariedad” del Sergas, que “contrata a tiempo parcial y explota a tiempo completo”.
En su respuesta Prado admitió que “evidentemente”, los recortes presupuestarios han tenido “afectación” en las plantillas de la sanidad pública, así como la tasa de reposición -imposibilidad de cubrir todas las jubilaciones- impuesta por el Gobierno de Rajoy, cuya continuidad la alto cargo atribuye al gabinete de Pedro Sánchez. No obstante, advierte, “no siempre hay una contratación fraudulenta” porque “la existencia de un sistema de listas implica nombramientos concatenados” sin que esto implique necesariamente “fraude de ley”.
“Es cierto que hay profesionales que pueden tener muchos contratos” porque “sustituyen muchas ausencias o están haciendo refuerzos”, resaltó la directora general, quien niega que el sistema mantenido por la Xunta derive siempre en “fraude” e insta a tener en cuenta que “800 profesionales eventuales se han convertido en interinos” nos últimos años. Además, reitera, Sanidade “desde el momento en que existieron indicios de crecimiento económico” reforzó sus ofertas públicas de empleo, resuelve.