La socialista Lara Méndez concurrió en las elecciones municipales de 2015 en el segundo puesto de la candidatura encabezada por Xosé López Orozco, que aspiraba a su quinto mandato como alcalde de Lugo. Las condiciones reclamadas por las otras fuerzas de izquierda, imprescindibles para la investidura, forzaron la retirada de Orozco y la llegada a la alcaldía de Méndez, que cuatro años después se presenta a los comicios por primera vez al frente de una candidatura en cuyo diseño ha trabajado directamente. Tras un mandato “apasionante” pero “complejo, por la debilidad numérica” -el gobierno del PSdeG ha estado sustentado en 8 de los 25 ediles de la corporación lucense- asegura ver al electorado “muy receptivo”, pero también apela a la movilización para evitar una sorpresa de la derecha en el recuento del 26 de mayo y poder continuar en un gobierno que, lamenta, nunca encuentra “colaboración” en la Xunta. [Entrevista realizada originalmente en gallego]
¿Qué percepción tiene del inicio de la campaña? O, mejor dicho, del período electoral que continuó tras las generales?
Las campañas siempre son positivas, porque permiten un contacto continuo con la ciudadanía como el que se tiene durante los cuatro años, pero la gente también se acerca con la clave de decirnos: “queremos esto”. Entienden que es el momento de buscar nuestro compromiso para los próximos cuatro años.
Su llegada a la alcaldía fue poco convencional y con un equipo heredado, el del exalcalde López Orozco. ¿Hasta qué punto ha condicionado esa herencia su mandato?
Es cierto que no era mi equipo porque yo era una más del equipo y ahora me presento con una candidatura en la que yo misma pedí personalmente a todos y cada uno la implicación y la he tenido desde el minuto cero. Están muy ilusionados, con ganas de conseguir esa segunda transformación que perseguimos para nuestra ciudad. La inmensa mayoría de la candidatura ya estaba comprometida desde sus carreras profesionales o desde el plano social y por eso creo que llevamos el mejor equipo.
El PP en particular, pero la oposición en general, hablan de agotamiento del PSdeG al frente de la alcaldía y apelan a un lema generalmente utilizado por la izquierda, que es el “cambio”. ¿Qué tiene que ofrecer de nuevo el Partido Socialista a Lugo después de dos décadas?
Lugo vivió una primera transformación de la mano de López Orozco y yo hablo de una segunda transformación. Con el alcalde Orozco hubo esa primera transformación social, económica, de crecimiento y de identidad, de orgullo lucense. Y nosotros hablamos de una segunda gran transformación en la que ya estamos trabajando; diseñándola, concurriendo a fondos europeos y con un horizonte para 2023. Tenemos una idea clara de ciudad que se sustenta en tres pilares: una ciudad más ecológica a través de un crecimiento sostenible con medidas como la construcción de viviendas con materiales sostenibles; una ciudad que integre el patrimonio material e inmaterial, con proyectos como el de la integración del Miño en la ciudad y con medidas sociales que en ocasiones suponen suplir las competencias de la Xunta. Y un tercer pilar basado en la agilización de la administración tanto interna del Ayuntamiento como para los trámites de la ciudadanía, también gracias a un proyecto europeo, el Smart City.
Uno de los conflictos más relevantes en este mandato ha sido el de la Policía Local, en el que su gobierno tuvo que intervenir en este último año. Más allá de abrir expedientes ante situaciones conflictivas, ¿cuáles serían las medidas para atajar este problema?ha sido el de la Policía Local
El primer problema que tenemos en la Policía Local es el de falta de personal. Por eso hemos tenido que hacer reorganizaciones. Esto obedece primero a las leyes restrictivas que nos impusieron desde el Gobierno central del Partido Popular. Sólo desde enero tenemos treinta efectivos menos, más los problemas añadidos de antaño. Son problemas que estamos intentando paliar y solucionar sacando las ofertas de empleo público de este mandato, con las que vamos a cubrir 45 plazas. Y después intentaremos reorganizar el cuerpo para que sea lo más eficiente posible. Y cuando haya algún caso de expediente, actuaremos con rotundidad, como siempre, aunque obedecen a casos aislados y no a una tónica general.
En algunos barrios de la ciudad tienen fenómenos comunes como el envejecimiento de la población y el progresivo vaciado de las viviendas. ¿Cómo puede afrontarlo el Ayuntamiento, toda vez que se trata de propiedades privadas?
Como ya lo estamos haciendo. Por una parte, lo que hemos recogido en la estrategia EDUSI, donde una parte busca salvar esas diferencias sociales: población envejecida, edificios sin ascensor o plazas de garaje, menos atractivas para la población joven. Para romper con eso tenemos proyectos como el Plan Rehabilita, en el que vamos a contratar personas en riesgo de exclusión que aprendan un oficio; buscamos la integración a través del empleo y rehabilitamos esos lugares. Además estamos trabajando con las áreas de rehabilitación urbana para que esas propiedades privadas en las que no tenemos potestad puedan ser puestas en valor. También con iniciativas como la creación de centros socioculturales. Son muchas iniciativas, porque no hay una varita mágica.
En este mandato su gobierno ha reivindicado abiertamente el feminismo. ¿Por qué creen necesario el enfoque feminista desde la Administración municipal?
Por el retroceso que estamos sufriendo. Estamos viendo cómo emergen nuevos partidos que propugnan medidas anticonstitucionales, que quieren retroceder en los derechos en general y en los de las mujeres en particular. Por eso tenemos, más que nunca, que hacer políticas en clave feminista, que es hacer políticas en igualdad. Porque una sociedad que no apueste por la igualdad entre hombres y mujeres no puede ser justa ni equitativa. Si no entendemos esa igualdad de género tampoco la entenderemos entre clases u otros campos. Por eso debemos reivindicar el feminismo en toda acción política. Nosotros, como Ayuntamiento, además, hemos puesto en marcha la marca Mulleres con forza [Mujeres con fuerza] con la Muralla como señal de identidad, para luchar contra las desigualdades que adquieren su máximo exponente en la violencia de género.
Las encuestas que conocemos nos últimos días indican que podría ser la más votada. Con un resultado como ese buscaría pactos por la izquierda o intentaría un gobierno en solitario con pactos puntuales?
Lo que perseguiremos será la estabilidad del gobierno. Primero, tener la mayor amplitud posible el 26 de mayo y después, estabilidad que permita llevar a cabo todas estas políticas. Porque no sirve de nada venir a un pleno y hacer propuestas si después se dice que no sistemáticamente a los presupuestos, que es lo que permite materializar las propuestas. Nosotros no tenemos ningún problema en hablar, lo llevamos diciendo cuatro años. Tendemos la mano, sobre todo a los partidos que nos dieron la investidura para buscar la gobernabilidad y la estabilidad, sobre todo en el campo presupuestario. Si no es posible, como en estos cuatro años, Lugo tiene que estar por encima de todo. Y no es que lo diga, ya lo he demostrado. Puse mi cargo a disposición porque necesitábamos un presupuesto, no podíamos estar dos años sin él, y por encima del cargo y del partido está Lugo.
El PSdeG fue en las elecciones generales primera fuerza política en Galicia por primera vez y en la provincia de Lugo no lo fue, pero por un margen escaso. ¿Cuánto cree que le ayuda el efecto Pedro Sánchez en las municipales?efecto Pedro Sánchez
La tendencia positiva siempre ayuda. En la ciudad de Lugo fuimos la primera fuerza política y en la provincia fue también un resultado histórico. Pero también es cierto que la ciudadanía tiene mayoría de edad y sabe a quien darle su voto en cada proceso, por eso siempre he dicho que no se pueden hacer extrapolaciones; por ejemplo, partidos que hoy tienen representación en el Ayuntamiento se quedarían sin ella y sabemos que eso no va a ser así.
En caso de que las encuestas estén en lo cierto y haya un éxito del Partido Socialista en las municipales, ¿estaría más cerca el cambio de gobierno en Galicia?
Las municipales siempre son, un poco, la antesala de las autonómicas en Galicia. La gente, como decía, sabe diferenciar los procesos y no siempre vota igual. Pero sin poder decir que si ganamos en las municipales esto se va extrapolar, sería un punto de partida muy bueno de una tendencia de cambio para que podamos tener nuevamente un gobierno socialista en la Xunta.