Ana Ruiz, concejala de Servizos Sociais por el PP en el Ayuntamiento de Ribeira (A Coruña), ha presentado su dimisión. Lo hizo entre lágrimas y obligada porque más de 20 jóvenes convocados por su hijo celebraron una fiesta en un local de su propiedad al margen de todas las restricciones legales adoptadas para contener el coronavirus. Fue el pasado sábado. El gobierno de la localidad deberá ahora reestructurar su organigrama.
Ruiz compareció compañada del alcalde, Manuel Ruiz Rivas, y aseguró que se arrepentirá “toda la vida”. Pidió disculpas por el daño que pueda haber causado y, en concreto, a los hosteleros y a los padres de los jóvenes identificados por la Policía Local y que se enfrentan a elevadas multas. Según el relato de la ya ex edila, a la fiesta solo iban a asistir unos pocos jóvenes, pero la afluencia fue más elevada.
El local había albergado un bar, pero llevaba meses cerrado. Al trascender la noticia, los hosteleros ribeirenses mostraon su malestar. La oposición municipal solicitó la dimisión, que finalmente Ruiz presentó este martes. A su lado, el regidor Manuel Ruiz Rivas, ex diputado del PP en el Parlamento gallego, dijo que la jornada era “uno de los días más duros” vividos por él en 30 años de política.