Alberto Núñez Feijóo ha realizado ya el anuncio oficial ante los suyos. Optará a la presidencia del Partido Popular en el Congreso convocado para los primeros días de abril. “Es aquí en Santiago, en el que confluyen todos los caminos, donde debemos decidir si empezamos uno nuevo. Me siento preparado. Creo que puedo lograr el objetivo”, ha asegurado el barón gallego del PP. En un discurso ante el comité de dirección del PP gallego Feijóo ha intentado convencer a los suyos de que su marcha a Madrid es otro esfuerzo más que hace “por Galicia”.
No ha habido ni asomo de votación en el encuentro, organizado en el Multiusos Fontes do Sar de la capital gallega. Un baño de masas en el que Feijóo, desde el atril, ha hecho su particular interpretación de la democracia orgánica: “Me da la impresión de que la propuesta no es necesaria someterla a votación y entiendo por vuestra reacción que es un sí”.
Con dos momentos al borde de las lágrimas al puro estilo Manuel Fraga, el nuevo referente del PP ha intentado instalar la idea de que su decisión ha estado marcada por las dudas: “He dudado, claro que he dudado. Uno debe reflexionar sus opiniones y sus opciones y hay una política de revanchismo en la que no creo. Debo ser humilde y no creerme imprescindible. Lo más importante de mi vida sigue aquí”.
En un requiebro recordando el paso atrás que dio en 2018, Feijóo ha asegurado: “Hoy siento que fallarle al partido popular es fallarle a Galicia y por eso me presento”. Justo lo contrario de lo que dijo entonces, cuando dejó pasar la oportunidad en una batalla a la que también concurrían Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Juan Manuel García-Margallo y Pablo Casado. Aquella vez dijo que no se iba para no fallarle a Galicia y en las siguientes elecciones acabaría presentándose con ese lema: “Galicia, Galicia, Galicia”.
Todo su discurso de ahora tiene la mirada puesta en las elecciones generales: “Solo puede haber un derrotado; el multipartido comunista, socialista y nacionalista. Estoy convencido de que podemos ganar”. Alternando las descalificaciones con las llamadas a la medianía, Feijóo ha asegurado: “No vengo aquí a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez y creo que es posible ganarle”.
Solo en una ocasión durante su discurso se ha detenido para recordar a Pablo Casado. Lo ha hecho para reclamarse como heredero de todos los que le precedieron al frente del PP. Pero con una apostilla para el líder derrocado: “Es esta vida nadie acierta siempre”.
“España nos está esperando y en el PP va a encontrar un partido para gobernar. Ocurra lo que ocurra en Sevilla, seguiré siendo el mismo servidor público”, ha afirmado, para terminar su intervención con un “gracias” repetido y asegurando que ahora mismo se irá a preparar la reunión de su gobierno de este jueves.