El Gobierno gallego va luchar por la vía judicial contra la orden que incluye al lobo dentro de las especies de protección especial e impide su caza en todo el territorio español. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha confirmado que la asesoría jurídica presentará un recurso contra esta decisión, en que pedirá que se suspenda cautelarmente. Ha insistido en la idea de que dentro del territorio gallego hay una “población excedentaria” de esta especie y que es la que está detrás de los ataques al ganado, pese a que el censo está sin actualizar desde 2015.
El Consello de la Xunta trató este jueves la decisión de presentar ese recurso, explicó Feijóo al término de la reunión. En sus declaraciones le ha atribuido al animal un carácter asesino: “Llevamos 2.024 animales muertos por el lobo. De ellos, 592 son vacas asesinadas por el lobo. Más de 2.000 animales sacrificados por el lobo”. La inclusión de la especie en la lista de protección especial es, a su juicio, “un error extraordinario” que afecta en concreto a Galicia. Ha cifrado en 4,6 millones de euros el dinero destinado a reparar daños atribuidos al lobo y a cambios en infraestructuras de ganaderos en los últimos seis años.
Cuando el Ministerio para la Transición Energética anunció que la caza de la especie pasaría a estar prohibida en todo el territorio español, incluido el norte, en donde se seguían permitiendo batidas, la Xunta inició una batalla, junto con Asturias, Cantabria y Castilla y León, en contra de esta medida. Sus argumentos son que se generará “un gravísimo problema de gestión” de la especie y que hay un incremento de su población. Sin embargo, el censo que utiliza el Gobierno gallego es de 2015. Según los datos de la Consellería de Medio Ambiente, entre 2010 y 2020 los avisos dados por ganaderos por ataques atribuidos al lobo pasaron de 691 a 1.303 en Galicia. Las reses muertas el año pasado fueron 2.310. Pero en los últimos siete ejercicios no ha influido la caza de estos cánidos, puesto que las cifras oficiales indican que no se abatió ni un solo ejemplar. Algunos expertos ponen, además, el foco sobre la dificultad de determinar con una inspección visual si las mordeduras que presenta el cadáver de un animal son de lobo o de perro.
El presidente gallego ha lamentado que el año de negociaciones con el ministerio que dirige Teresa Ribera ha tenido “resultados decepcionantes” para la Xunta y ha acusado al Gobierno central de invertir más tiempo en “crear confusión” sobre esta especie que en “mantener puestos de trabajo” afectados por la transición energética: “Vamos a tener más lobos y menos empleo”. También ha asegurado que no habrá “seguridad jurídica” para sumir los gastos ocasionados por los ataques al ganado y ha criticado las propuestas sobre la instalación de vallas protectoras y la introducción de mastines para guardar a los animales domésticos. “Eso es desconocer las capacidades económicas de los ganaderos”, ha manifestado y ha concluido que “el Gobierno parece que vive en un sitio distinto a España”.