El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que Galicia es la comunidad con menor porcentaje de positividad en las pruebas para detectar el coronavirus y que se encuentra “dentro del umbral” de lo que se considera “pandemia controlada”. La comunidad se encuentra desde hace semanas por debajo del 5% que la Organización Mundial de la Salud (OMS) da como referencia para evaluar si la pandemia está o no bajo control y el último dato, del 2,43%, es el más bajo entre las comunidades, ha defendido.
En la última jornada Galicia ha vuelto a superar los 200 nuevos contagios detectados. La cuarta ola está subiendo de forma lenta y los casos activos han ido incrementándose paulatinamente desde principios de mes. El aumento de la presión se está dejando notar en las unidades de cuidados intensivos, en las que hay 47 enfermos con COVID-19, frente a los 25 que había hace dos semanas. En planta están ingresados 164. La incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes se encuentra por debajo de la media española, ha destacado Feijóo: es de 49 a siete días, frente al promedio estatal de 108, y de 99 a 14 días, frente a 230.
Pese a estas apreciaciones sobre la situación “controlada” de la comunidad, el presidente gallego ha vuelto a cargar contra el Gobierno central por el fin del estado de alarma “sin red”: “El Gobierno es negacionista en lo que a legislación se refiere”. Ha vuelto a criticar el uso del estado de alarma, “un arma excesiva, antigua y desproporcionada”. “Y ahora nos mete en un callejón sin salida”, ha protestado y ha tachado la situación de “trampa impropia del sistema democrático”.
En la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consello de la Xunta, el barón gallego del PP ha puesto como ejemplo la situación en Euskadi. Ha respondido a preguntas sobre la petición del lehendakari de prorrogarlo dos meses y ha señalado que Urkullu se enfrenta a una “situación compleja” en la que se puede ver “cualquier presidente”. Lo que propone le parece “absolutamente razonable”, pese a su rechazo a recurrir al estado de alarma. “No se puede dejar a comunidades autónomas con incidencias de más de 400 sin red alguna”.
En este contexto, ha indicado que Galicia mira hacia la situación que se planteará en el futuro con aquellas personas que han pasado la COVID-19 y tienen secuelas. Ha indicado que la sanidad gallega enviará a los 100.000 gallegos que superaron hace al menos tres meses la infección un cuestionario para saber si todavía presentan síntomas y cuáles son. La intención, ha dicho, es darles una mejor atención sanitaria.
Vacunación
En cuanto al avance de la campaña de vacunación, el presidente gallego ha asegurado que se está acelerando. Esta semana, debido a que se han recibido menos vacunas de Janssen de las esperadas, la Xunta prevé que se vacunen en total a 170.000 de las 180.000 personas a las que calculaba llegar. El “objetivo” de la próxima semana es administrar una dosis a 240.000 personas. Entre los colectivos a los que llamará el Servizo Galego de Saúde (Sergas) entrarán los que tienen entre 65 y 69 años.