Desde que el PP retornó al Gobierno de España es habitual que, cuando el Ejecutivo central da pié a algún tipo de polémica, los medios de comunicación interpelen al presidente de la Xunta y actual candidato a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, por las decisiones o declaraciones que llegan de Madrid. Este jueves volvió a suceder. Tras la reunión semanal del Consello da Xunta, sin apenas contenido y con intenso aroma electoral, Feijóo fue cuestionado por los polémicos planes del ministro de Educación, José Ignacio Wert, encaminados a “españolizar” el alumnado de las escuelas de Catalunya. En la misma mañana en la que el ministro le adjudicó un “problema de categorías mentales” a quien no acepte sus ideas “de sentido común” el líder de los populares gallegos intentó avanzar por el camino de en medio, no apoyando pero mucho menos desautorizando a su compañero de filas.
“Hablemos de Galicia”, le contestó el cabeza de cartel de los conservadores al periodista que le formuló la pregunta, destinada a conocer si, en su opinión, Galicia también precisa ser “españolizada”. Según Feijóo el problema no es del ministro, sino de la política lingüística y educativa de la Generalitat, y “esa cuestión no surgiría” si “todos los programas educativos de todas las comunidades” imitaran a los de la Xunta. En Galicia, explica, “no es necesario obligar a conocer el español porque el 50% de las materias son en español”, mantiene. Incluso contradiciendo las cifras de presencia del gallego en la enseñanza que marca el denominado decreto del plurilingüismo el mandatario gallego ahondó en que su gabinete estableció “el equilibrio docente entre las dos lenguas cooficiales” y, por lo tanto, no existen problemas al respeto.
La lengua “no es un problema” en el caso gallego, añadió Feijóo, tal y como respondió “el 99,9%” de los encuestados al respevto por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dice. “Tenemos dos idiomas, la libertad de utilizar los dos y la ambición de conocer el inglés”, asegura, para añadir que “ese equilibrio en la lengua es una propuesta que Galicia puso a la disposición del Estado autonómico”. “Y me da la sensación de que es una propuesta que cada vez cuenta con más adeptos, más seguimiento y más valoración de los ciudadanos”, concluye, apenas veinticuatro horas después de que un estudio de la Mesa por la Normalización Lingüística concluyera, entre otros aspectos, que la lengua propia está desaparecida en el 95% de las aulas de educación infantil.
Desdén ante el informe de Contas sobre posible desplazamiento de facturas
La información publicada por el diario El País sobre un informe del Consello de Contas que, de aprobarse definitivamente, dejaría acreditado que la Xunta “desplazó” 400 millones de euros en facturas del año 2010 al ejercicio económico de 2011 para así cuadrar los límites del déficit público, cayó como una bomba en la campaña electoral gallega y sentó especialmente mal en las filas populares, cuyo argumentario se centra especiamente en la “solvencia” y “fiabilidad” del candidato Feijóo. No como candidato, sino como presidente, Feijóo fue cuestionado este jueves por este “borrador de informe” y no dudó en contestar con dureza, comenzando por advertir que “es muy importante distinguir” entre “borradores” e informes aprobados.
Este documento, instruido por el ex consejero de Fraga José Antonio Orza, es un “anteproyecto”, un “borrador” o “como le quiera llamar”, insiste el líder popular, para a continuación desdeñar por completo su contenido. “Que Galicia es la comunidad más solvente de España lo acreditan las entidades financieras, no el presidente de la Xunta” y “que tiene el déficit público más bajo de España lo acredita la ”Intervención General del Estado, el Consejo de Política Fiscal y Financiera y el Ministerio de Hacienda“. En el caso concreto de 2010 el nivel de déficit gallego ”fue señalado por el Ministerio de Hacienda del Gobierno socialista“ por lo que ”me sorprende que haya partidos como el PSOE que discutan el rigor del ministerio socialista“, agrega.
Galicia, insiste Feijóo, es “la comunidad con menor déficit” y “no porque lo diga la oposición, la Xunta o un periódico” y, por lo tanto, no le dará crédito al estudio del Consejo de Cuentas hasta que no sea “un informe definitivo”, igual que no se lo da “un paciente” cuando “acude a un médico y no hay diagnóstico definitivo”. “Ya sé que hay gente que está decepcionada por que Galicia pueda colocar su deuda”, pero “hoy Galicia acredita -con un informe que fue presentado tras el Consello da Xunta- que acaba de suscribir un 18% de su capacidad de endeudamiento en las pasadas semanas”. “Usted cree que los bancos le dan dinero a los que no pueden pagar? Seguro que no”, sentenció.