El fuego azota el monte gallego con 150 incendios en cuatro días

A cuentagotas, incompleta y de vez en cuando. Lejos de los dos partes diarios con los datos concretos de cada incendio implantados por la Consellería de Medio Rural en tiempos del bipartito (PSdeG-BNG), los actuales responsables del departamento autonómico, comenzando por la conselleira, Rosa Quintana, y por el secretario general de Montes que ya lo fue con Manuel Fraga, Tomás Fernández-Couto, abogan por una política de comunicación restrictiva y parcial. No se ofrecen datos de los fuegos de menos de veinte hectáreas y sólo se informa en detalle de lo que el Gobierno considera oportuno en cada momento, incluso contradiciendo la doctrina de Alberto Núñez Feijóo en sus tiempos de líder opositor. Este lunes fue uno de los días en los que la Xunta decidió informar.

Con motivo de la visita de Quintana y Fernández-Couto al centro de coordinación desde el que se vigilan los montes gallegos el Ejecutivo reveló que, a pesar de no estar transmitiendo una situación de especial alerta, tan sólo “en los últimos cuatro días” los montes de Galicia fueron azotados por 150 incendios que se llevaron por delante unas 700 hectáreas. Durante el pasado puente hubo, por lo tanto, un “mínimo” de 30 fuegos por jornada, admite la Xunta, una situación ante la que la conselleira no estima la posibilidad de que algo falle en el operativo de respuesta y se centra en pedir “colaboración ciudadana a la hora de denunciar”.

Dentro de este centenar y medio de incendios destaca el declarado en el concello ourensano de Vilamarín en la tarde del domingo, donde las llamas han arrasado 200 hectáreas y que ha sido controlado en la tarde de este lunes. El dispositivo desplegado allí, con 31 brigadas, 18 motobombas, 9 helicópteros, 10 aviones y 11 agentes forestales puede servir para considerar la dimensión de este incendio, que amenazó con ponerse a la altura del padecido en Quiroga (Lugo) hace apenas una semana.

De menores dimensiones aunque con una afección importante, por lo menos suficiente para ser hechos públicos, han sido los incendios declarados en O Saviñao, con unas 20 hectáreas ya quemadas o en Ponteareas, con 32 hectáreas. Setenta y cinco son las que ardieron en Queirugás (Verín), donde el fuego ya ha sido extinguido después de juntarse con el de otro incendio, en este caso de 22,97 hectáreas, siempre según datos de la Xunta. Este incendio, junto con el de Monterrei y sus 48 hectáreas de monte raso, muestran que la provincia de Ourense está siendo, como fue habitual en otros muchos veranos, especialmente castigada por las llamas.

Case 1.300 fuegos en lo que va de año

Estos fuegos han pasado a formar parte de un registro en el que, dice Medio Rural, ya se cuentan 1.299 incendios desde el inicio de 2013. En ellos, la Consellería distingue 1.302 con “categoría conatos”, 185 como incendios propiamente dichos y 82 considerados “quemas controladas”. Todos ellos afectaron a 2.200 hectáreas, “de las cuales 1.700 corresponden a incendios”, especifican. En este contexto, Quintana recuerda que “prender fuego está tipificado como delito penado con la cárcel”, toda vez que en casos como el sucedido en O Barco de Valdeorras en la noche del domingo, “saltaron más de 20 focos simultáneos” en una pista forestal de apenas un kilómetro.

A pesar de a las alertas lanzadas por el personal contra incendios por decisiones como recuperar las criticadísimas brigadas municipales o aunque la Xunta esperara a agosto para contratar dos helicópteros del dispositivo la conselleira defiende la “máxima profesionalidad y eficacia” del operativo del que es responsable principal. Como muestra de sus consideraciones, dice, es necesario tener en cuenta que los fuegos de estos días “fueron controlados o extinguidos en un tiempo récord de respuesta”.