Entre proclamas de recuperación y endebles datos positivos de desempleo, el PP afrontará en los próximos meses dos citas claves electorales. Las elecciones municipales -y autonómicas en la mayoría de las comunidades- y los siguientes comicios generales llegan con los populares agarrándose a los datos macroeconómicos que avalarían su gestión, tanto en el Gobierno central como en la propia Xunta. Y a pesar de todo, ni Rajoy ni Feijóo podrán presumir de haber recuperado empleo durante sus mandatos, en los que, a pesar de los últimos descensos del número de parados, se siguieron perdiendo ocupados, además de ganar en precariedad, temporalidad y emigración.
Los últimos datos de desempleo del mes de marzo no logran mejorar las cuotas de paro y afiliación que el Estado registraba al inicio de la legislatura, la finales de 2011: el paro registrado ahora suma 4.451.939 personas, mientras que en noviembre de 2011 se situaba en 4.420.462; y la Seguridad Social cuenta con 16.970.227 ocupados, frente a los 17.443.161 que había de promedio en 2011. Por tanto, y después de tres años y medio de Gobierno de Mariano Rajoy, España tiene aún 31.477 parados más que cuando llegó al poder y, lo que es aún más negativo, casi medio millón de ocupados menos (427.934).
En Galicia, donde la Xunta presumió siempre de su diferencial positivo con el resto del Estado, el balance del mandato de Mariano Rajoy tampoco es positivo. La reducción del número de parados registrados con respeto al inicio de la legislatura del PP en Madrid es de tan sólo 1.279 personas, al pasar de los 253.416 que había en el país cuando los populares llegaron a la Moncloa a los 252.137 de la actualidad. En cuanto a la cifra de ocupados, el resultado es aún mucho peor: la comunidad autónoma perdió 51.200 afiliados a la Seguridad Social durante los casi cuatro años que la derecha lleva en el poder a nivel estatal. Pasó de los 974.300 de noviembre de 2011 a los 923.100 de la actualidad, según los últimos datos hechos públicos por el Ministerio de Empleo.
En el caso de tener en cuenta este segundo mandato de Feijóo, Galicia mejoró las cifras de paro, al pasar de las 276.536 personas apuntadas en las oficinas de empleo de noviembre del 2012 -en el mes siguiente a la victoria del PPdeG en las elecciones- a 252.137. Son 24.399 desempleados menos en estos dos años y medio de legislatura en la que, no obstante, no aumentó el empleo. El país perdió 12.300 ocupados. 12.300 afiliados menos a la Seguridad Social, que se sitúan en los 923.100 de la actualidad frente a los 935.400 que había al conseguir el actual presidente de la Xunta su segunda victoria electoral.
Aquí, una vez más, la diferencia entre el dato del paro y de afiliación es muy importante: de más de 12.000 personas, lo que indica que hay más personas cuyos puestos de trabajo desaparecieron que personas que se apuntaron en las oficinas de empleo. Esto puede ser debido la que muchos ciudadanos renuncian a apuntarse al paro -porque ya no lo ven útil, no tienen derecho la prestación o porque trabajan en la economía paralela- o porque abandonan la busca de empleo y optan por la emigración.
De hecho, tanto en los datos de paro registrado últimamente como nos de la EPA se revela que Galicia no hace más que perder población activa: la población que busca empleo cae, ya sea porque emigra, deja el mercado laboral o vuelve a los estudios.
Desde inicios de la segunda legislatura consecutiva con el PP en el poder se produjo este fenómeno común y contrario a lo que está aconteciendo en el conjunto de Estado nos últimos meses. Factores como el efecto desánimo o la bajada de la tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo, entre otros, hacen que la Encuesta de Población Activa (EPA) muestre unos niveles de desempleo más altos que el paro registrado, que mide únicamente las inscripciones como demandante de empleo. La EPA indicaba que había en Galicia unas 277.000 personas en el paro cuando Feijóo ganó por segunda vez y el dato más reciente, lo del cuarto trimestre de 2014, ronda las 264.000 personas sin trabajo. Más de 10.000 despedidos más del que indica el Ministerio de Empleo.
Los datos del paro en Galicia no vienen más que a demostrar el estancamiento de la economía gallega. Los principales datos económicos acreditan que el país sólo está a la cabeza del Estado en cumplimiento del déficit, mientras queda nos últimos puestos en crecimiento y recuperación. Además, la recaudación de impuestos muestra a las claras el estancamiento del consumo, al igual que las cifras del censo de población, que empeñan en revelar la elevada emigración, sobre todo de los más nuevos.