¿Un espejismo o una tendencia? Entre el segundo y el tercer trimestre de 2013 la Xunta logró reducir su deuda en casi 300 millones de euros, un descenso que fue publicitado con amplitud desde la Xunta. Las cifras eran para el Gobierno gallego la ratificación del “aumento del diferencial positivo con el resto de comunidades”, diferencial que, no obstante, volvió a mermar a finales de año, cuando el endeudamiento total volvía a repuntar, aunque concluyendo el ejercicio con menos deuda que al inicio. Eran en total 9.131 millones de euros, que en el primer trimestre de 2014 escalaron hasta situarse no solo por encima de todos los valores del pasado año, sino también rompiendo todas las cifras registradas en la historia de la Administración autonómica.
Según los datos publicados en días pasados por el Banco de España, la Hacienda gallega incrementó su endeudamiento en casi un 10% en los primeros tres meses de este año hasta traspasar una barrera que tiene un valor simbólico, la de los 10.000 millones de euros. Son, concretamente, 10.028 millones de euros, 897 más que al final del pasado año y que sitúan la deuda gallega 503 millones por encima del nivel de hace un año. Estos valores implican que actualmente la Administración autonómica debe más del doble del dinero que debía cuando se hizo cargo de ella el actual Gobierno: a finales de 2009 la deuda era de 4.842 millones, por lo que el incremento es ya del 107%.
El actual nivel de endeudamiento coloca a Galicia como la sexta autonomía que más debe en términos absolutos, solo por tras de Cataluña (59.729), País Valenciano (33.864), Andalucía (25.612), Madrid (24.054) y Castilla-La Mancha (12.060). En este contexto la Xunta suele apelar a poner el foco no sobre el importe de la deuda, sino sobre su peso en el producto interior bruto (PIB), que permanece por debajo de la media a pesar de los sucesivos incrementos. Actualmente este indicador está en el 18,2%, el décimo del conjunto de las autonomías y superior a los de Extremadura (18%), Castilla y León (17,5%), La Rioja (16%), Asturias (15,9%), Euskadi (14,9%), Canarias (13,9%) y Madrid (13,1%).
Evolución de la deuda pública de la Xunta
Mientras que la oposición gallega ve en estas cifras una muestra de que la gestión del gabinete de Alberto Núñez Feijóo y de su conselleira de Hacienda, Elena Muñoz, dista mucho de ser un emblema de eficiencia y se preguntan “para qué” está valiendo este endeudamiento, el Gobierno gallego apenas varía el discurso. Así, tras salir a la luz las nuevas cifras del Banco de España, la Consellaría de Facenda emitió un comunicado en el que aseguraba que “Galicia rebajará hasta finales de año su endeudamiento en 0,5 puntos y mantendrá su diferencial positivo con el resto de autonomías en el entorno de los 3,5 puntos”.
Sin mencionar el hecho de haber traspasado, por primera vez en la historia, la barrera de los 10.000 millones, Facenda asegura que “la modificación en relación al último trimestre de 2013 se debe a que Galicia presenta una elevada ejecución de su programa anual de endeudamiento de 2013” y “además, hay que tener en cuenta que la Administración gallega apenas registró amortizaciones de deuda en los tres primeros meses del ejercicio, en concreto un 2,3% frente al 35,4% de promedio de las comunidades autónomas”. “Durante los siguientes trimestres –dice la Consellería– Galicia mejorará su endeudamiento absoluto y porcentual” y “mantendrá su posición comparativa con el resto de autonomías, porque estas tendrán que seguir acudiendo al recurso del endeudamiento”. A finales de año, aseguran, el peso de la deuda sobre el PIB será del 17,7%.