La sexta ola no ha llegado a su pico y las autoridades sanitarias gallegas no tienen claro cuándo lo hará. La Xunta dice que los escenarios probables son dos: el optimista, que parte de la suposición de que en el puente de la Constitución no se aceleró la transmisión del coronavirus y prevé que la curva empiece a descender desde la semana próxima; y el pesimista, que retrasa el punto máximo de casos a finales de este mes o principios de enero, en plenas celebraciones navideñas. Con la vista puesta en los encuentros y comidas de los próximos días, el Gobierno gallego sigue ampliando el uso del pasaporte COVID y ha lanzado la recomendación de limitar el número de personas que se sientan a la mesa: pide que sean, como mucho, diez. En el interior de la hostelería el máximo es, desde hace dos semanas, de ocho.
Las medidas para las comidas familiares y de amigos son, por ahora, una mera recomendación. Pero el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, dejó este viernes la puerta abierta a que algunas pasen a ser “obligatorias” en los próximos días. El subcomité clínico que asesora al Gobierno gallego abordó en su última reunión la posibilidad de fijar límites para los encuentros navideños, pero el único mensaje que lanzó el equipo de Feijóo fue esa petición de reducir los grupos y de procurar que no los integren muchos no convivientes. Antes de concretar la propuesta, el jefe del Ejecutivo autonómico, ha pedido esperar a que pase un ciclo epidemiológico desde el fin del puente. Es decir, dejar que transcurran entre 10 y 14 días para observar si la curva sigue en ascenso o no. Tras las celebraciones del año pasado, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, asumió la responsabilidad por no haber aplicado medidas más estrictas. Lo peor de la tercera ola se desató en enero y febrero.
De acuerdo con los datos más recientes de la Consellería de Sanidade, en Galicia hay 11.234 casos activos, después de que se detectasen casi 1.100 contagios en 24 horas. Tanto Feijóo como Comesaña, llevan días citando Vigo y Ourense como las áreas sanitarias que más preocupaban. El Gobierno gallego no duda en cuestionar la prudencia del Ayuntamiento que gobierna Abel Caballero por animar a visitar la ciudad y pasear por ella para ver las luces navideñas. La gerencia del área sanitaria viguesa informó este viernes de que quedan suspendidas las operaciones no urgentes debido a la evolución de los contagios.
A día de hoy, estas son las limitaciones, medidas y recomendaciones de la Xunta:
Certificado COVID: es necesario para entrar en los locales de ocio nocturno y para los restaurantes. En bares y cafeterías solo se pide desde las nueve de la noche. También se exige si se va a visitar a un paciente ingresado en un hospital y se les reclama a los peregrinos que se quedan en los albergues. Hace una semana, la Xunta anunció su intención de ampliar su uso a residencias de ancianos, hospitales de día y gimnasios, medidas que están pendientes del aval del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Este viernes, día 10 de diciembre, incluyó más actividades en las que se necesitará una prueba de estar vacunado, haber superado la enfermedad o haber dado negativo en un test: cines, teatros y eventos masivos en interiores. También en este caso será necesario el respaldo de la Justicia.
Límite a los grupos en la hostelería: la Xunta ha anunciado una campaña para controlar si los establecimientos de hostelería están cumpliendo las medidas. Además de tener que pedir el certificado COVID, están sujetos a otras limitaciones, vigentes hasta el 18 de diciembre. En los interiores el número de comensales no puede superar las ocho personas. En los exteriores puede llegar a 15. Las medidas son, según el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, “suficientes” para atajar la situación actual, pero “siempre y cuando se cumplan”.
Vacunas: el Gobierno gallego ha repetido en los últimos días que, pese al incremento de contagios, la presión hospitalaria no está siendo la de otras olas previas a la vacunación. La campaña para inmunizar a la población está en el punto de administrar la dosis de refuerzo a quienes tienen entre 60 y 69 años, después de haber inyectado una dosis adicional a las franjas de edad superiores -el 87% de quienes superan los 70 años tienen ya la tercera dosis-, a quienes recibieron el suero de Janssen y a los profesionales sanitarios.
A partir del día 15, la Xunta empezará a citar a los niños entre cinco y 11 años, que son unos 150.000 en Galicia. En concreto, va a empezar por los que tienen entre nueve y 11 años, que serán convocados entre ese día y el 18. En las jornadas lectivas, los pinchazos serán por la tarde y el día 18, que es sábado, durante todo el día. A ellos destinará las primeras 60.000 vacunas que espera recibir la próxima semana.
Además, el Gobierno gallego va a habilitar la próxima semana test de saliva gratuitos en farmacias para los niños de entre cinco y 11 años. Si dan positivo, el Sergas les hará una PCR para confirmar la infección. Este grupo de edad, aún sin vacunar, es el que presenta una mayor incidencia de la COVID-19 actualmente. Los menores que tienen 11 años o menos en Galicia tienen una incidencia acumulada a 14 días de 708,79 casos por 100.000 habitantes -la media en España para esas edades es de 533,30-. El siguiente grupo con un valor mayor es el de quienes tienen entre 40 y 49 años. En este caso la incidencia es de 483,28.