El subcomité clínico que asesora a Alberto Núñez Feijóo estudiará este viernes la posibilidad de restringir el número de personas que pueden participar en una celebración familiar de navidad. La Xunta afronta las fechas de celebración que se aproximan con máxima preocupación por el incremento en los niveles de contagio en la comunidad: hay 10.000 gallegos infectados y las unidades de cuidados intensivos atienden ya a 37 personas por síntomas derivados de la COVID. El pasado martes, el departamento de sanidad del gobierno gallego comunicó en un solo día un total de ocho fallecimientos. Es la cifra más alta desde el pasado mes de agosto. Uno de esos fallecidos tenía tan solo 45 años.
Fuentes de la Consellería de Sanidade confirman a elDiario.es que las restricciones están sobre la mesa de análisis. Los primeros en reclamar medidas en este sentido han sido los médicos del área sanitaria de Ourense, una de las más afectadas en Galicia por el impacto de la sexta ola. El Colegio de Médicos de la provincia ha pedido este jueves a través de un comunicado que en las comidas, cenas y reuniones familiares y sociales de cara a la celebración de las fiestas navideñas “el número de asistentes sea el menor posible entre no convivientes”. La entidad colegial explica que “la sexta ola se expande” y la ciudad de Ourense y provincia “presentan las tasas de infección y hospitalización más elevadas de Galicia” aunque “es cierto que el alto nivel de vacunación en la población, está consiguiendo reducir en gran medida la gravedad de los casos y disminuir sustancialmente la transmisión del virus”.
Tras las navidades del pasado año, la Xunta acabó reconociendo como un error haber abierto la mano a celebraciones entre unidades familiares de no convivientes. En aquel momento Feijóo decidió abrir los cierres perimetrales que estaban en vigor para permitir las cenas de Nochebuena y Nochevieja. Como resultado, se produjo un repunte de los contagios y Feijóo acabaría asegurando que “hubiera sido mejor no hacer ninguna aproximación familiar en Navidad”.
Las disculpas a toro pasado de aquellos días también fueron expresadas por el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. Durante una entrevista con elDiario.es el jefe de la Sanidad gallega afirmó: “Asumimos nuestra responsabilidad de no haber sido más estrictos en la medidas de Navidad”. Lo que ahora está sobre la mesa es pasar de las recomendaciones a las órdenes directas. De confirmarse la intención de establecer límites, las navidades de 2021 serán más restrictivas en Galicia de lo que lo fueron las de 2020.
Preocupación en Vigo
Lo que se descarta por el momento es recuperar la figura de los cierres perimetrales y, por tanto, la limitación de los movimientos en aquellos territorios con mayor incidencia del virus. La situación de Vigo preocupa especialmente. La principal ciudad de Galicia es, junto a Ourense, el territorio en donde se está percibiendo una expansión más rápida de los contagios y en la Xunta ven con escepticismo las famosas celebraciones de Navidad alentadas desde el ayuntamiento que dirige Abel Caballero. Vigo ha vuelto a convertirse esta navidad en un imán para turistas que quieren ver las luces que Caballero patrocina por tierra mar y aire al grito de “viva Vigo”.
En la Xunta no dudan en señalar al Concello de Vigo para poner en duda la prudencia que, dicen, rodea a la celebración navideña en la principal ciudad de Galicia. Aún descartando el cierre perimetral, el gobierno autonómico quiere reforzar los controles en esta localidad y extender en su hostelería el uso del pasaporte COVID como requisito indispensable para la circulación en tiendas y cafeterías.