Ourense es con 105.893 habitantes la tercera ciudad de Galicia, tras Vigo y A Coruña. Es también la única urbe gallega gobernada por el Partido Popular y, además, la única que no ha sido capaz de aprobar presupuestos municipales en este mandato.
El Gobierno local dirigido por el ex-conselleiro Jesús Vázquez llegará a las elecciones de mayo de 2019 con las cuentas de 2014, que han sido prorrogadas año a año. Además, con la particularidad de que estos presupuestos fueron aprobados por el anterior gobierno socialista y el PP los calificó en su momento como “una vergüenza”.
Esta semana el pleno extraordinario convocado por el alcalde se ha saldado con un nuevo fracaso para el PP (que suma sólo 10 de 27 ediles), que vio rechazado su proyecto de presupuestos con los votos en contra de PsdeG-PSOE (8), Democracia Ourensana (6) y Ourense en Común (3). El Gobierno municipal de Jesús Vázquez no puede ni siquiera recurrir a la fórmula de aprobar las cuentas a través de la presentación de una moción de confianza, pues la normativa impide este recurso en el último año antes de las elecciones. Así pues, Ourense se consolida como la única gran ciudad de toda España que no ha podido aprobar presupuestos municipales en esta legislatura.
Los últimos presupuestos, hace cuatro años
El 14 de noviembre de 2014 la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Ourense aprobó los presupuestos municipales para el año 2015. El Ejecutivo socialista, en aquel momento con Agustín Fernández como alcalde, tuvo que recurrir a esta fórmula (que acababa de ser incorporada a través de la normativa de grandes ciudades) para sacar adelante las cuentas, después de tres años de prórrogas de los presupuestos aprobados en el 2012.
A lo largo de aquel año 2014, el Ejecutivo de Francisco Rodríguez había intentado sacar adelante estas cuentas, cuyo borrador fue aprobado provisionalmente el 13 de junio. El PP calificó estos presupuestos de “irreales”, “inflados”, “extemporáneos” y como “una vergüenza”, asegurando que dejarían Ourense “sumido en el caos más absoluto” y criticando que solo preveían un dos por ciento de inversiones reales.
Además, a lo largo de esa legislatura, en la que el PSdeG-PSOE sólo fue capaz de aprobar los presupuestos de 2012 (en 2011), el PP acusó en varias ocasiones al Gobierno municipal de “parálisis de gestión”. El entonces portavoz del PP, Rosendo Fernández, afirmaba en 2012 ante el retraso en la presentación de los presupuestos de 2013: “va a hacer un año de las elecciones municipales y medio desde que comenzó el 2012 y aún no hemos debatido los presupuestos. Estamos batiendo récords”. “Si a esto le llaman eficiencia que venga Dios y lo vea”, añadía.
14 años sin presupuestos en tiempo y forma
Ourense está, efectivamente, batiendo récords. La última vez que el pleno municipal aprobó sus cuentas en los plazos previstos fue en 2004, hace casi 14 años, que serán 15 el año que viene, momento en que el Gobierno local que salga de los comicios de mayo deberá elaborar las cuentas del año 2020. En teoría, los presupuestos deben presentarse al Pleno para su debate y aprobación antes del 31 de diciembre del año anterior. Así se hizo el 5 de noviembre de 2004 con las cuentas de 2005. En los dos años siguientes, a pesar de que el PP (con Manuel Cabezas en la Alcaldía) contaba con mayoría absoluta, los presupuestos fueron aprobados en marzo y enero del propio ejercicio económico al que correspondían.
En 2007 hubo cambio de gobierno, pasando a dirigir la ciudad un Ejecutivo de coalición PSdeG-BNG comandado por Francisco Rodríguez. En esa legislatura hubo presupuestos todos los años, aunque pasaron por el pleno en marzo, abril, abril y marzo. En 2011 se reeditó el acuerdo entre socialistas y nacionalistas, pero las cuentas de 2012 no se aprobaron hasta el mes de septiembre de ese mismo año, con 9 meses de retraso. En ese mes de septiembre Francisco Rodríguez dimitió como consecuencia de la Operación Pokémon, siendo sustituido primero por Margarita Martín y poco después por Agustín Fernández. Ese Ejecutivo del PSdeG-PSOE en solitario (el BNG abandonó el Gobierno) no fue capaz aprobar los presupuestos de 2013 y los de 2014 (que necesariamente tenían que servir también para 2015) tuvieron que esperar hasta noviembre y, además, sin pasar por el pleno.
Fueron, a pesar de las dificultades, del retraso y de la fórmula escogida, los últimos presupuestos aprobados en Ourense. El Ejecutivo de Jesús Vázquez ha sido incapaz de sacar adelante las cuentas de 2016, 2017, 2018 y 2019.