“Seguiré en el BNG, pero no será como portavoz nacional”. El BNG celebra este sábado su primero Consello Nacional tras el duro resultado de las elecciones del 21 de octubre y su líder, Guillerme Vázquez, ha aprovechado este foro para anunciarle al máximo órgano de la formación entre asambleas su decisión de no continuar en el cargo. No será una dimisión instantánea, como aconteció en 2009 con Anxo Quintana y el resto de la Executiva que encabezaba, sino que será en el momento en que concluya la “reflexión” que el Bloque abre en el propio Consello para elaborar, en palabras de Vázquez, un “nuevo proyecto nacionalista” que se concretaría, todo parece indicar, en una Asamblea Nacional extraordinaria.
“No son tiempos de abandonar” y por eso “yo no abandonaré”, les explicó Guillerme Vázquez a los miembros del Consello reunidos en la sede nacional del BNG. Ese “abandono” sería “lo más cómodo”, pero equivaldría a “huir de los problemas”. Él, por el contrario, asegura ser consciente de que el Bloque es “un barco que precisa reparación”, pero sigue siendo el mejor de los barcos y una “nueva persona” debe situarse en el puente de mando. Por su parte el único “lamento” que deja por el camino es el de “no haber contribuido más a que los gallegos viesen en el BNG la fuerza” en la que confiar para encabezar una alternativa política. Esto, asegura, ha sido “por falta de habilidades personales”, pero no de trabajo.
En este contexto el aun líder del Bloque arenga a una formación en la que todavía reina el desánimo de la pérdida de cinco escaños y de más de 100.000 votos. Echando mano de las palabras pronunciadas por Alexandre Bóveda tras un revés electoral del Partido Galeguista apela a los suyos a aplicar una máxima: “vencidos no, en pie” durante un proceso de reflexión que comienza en el propio Consello Nacional de este sábado y que, asegura, no tiene “límites previos” y se apoyará en un “horizonte temporal” que saldrá de este mismo organismo. Al BNG, dice, le toca ahora “atravesar un mar con temporal” que es posible superar “con los medios adecuados”.
Tirando de esa misma metáfora marinera Guillerme Vázquez advierte de que a la formación frentista le echarán “paladas de sal en la herida” de la derrota y que también tendrá en su entorno “cuantos de sirena” que, como los del Ulises de la Odisea, intentarán que el barco termine “en las piedras”. Pero a pesar de todo, dice, está convencido de que el Bloque aprovechará para “mejorar” en todo lo que pueda para “convertir la derrota en oportunidad”. “El BNG debe reaccionar”, subraya, “combatiendo” la política del PP y “esforzándonos por conseguir más apoyo social”. Para eso, avanza, el primer paso es “tomar nota” del mensaje de la sociedad y hacerlo “con la cabeza fría”, pero “sin demoras”. Guillerme se retiró a su asiento lanzándoles un beso a los presentes, que lo envolvieron con una ovación.