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Muchos héroes y algún villano

El 24 de julio de 2013 será recordado durante mucho tiempo como un día de dolor y de honda tristeza, por los fallecidos, heridos, sus allegados y familias. Ellos y ellas son las protagonistas. También será recordado por el impacto causado por el accidente en una ciudad atestada de gente, en víspera de la fiesta nacional de Galicia.

Y será recordado también por la acción desinteresada y el trabajo de muchas personas y colectivos, desde los vecinos de Angrois que asistieron a los pasajeros en los primeros momentos hasta todos los trabajadores y trabajadoras de los servicios públicos: sanitarios, policía o bomberos, pasando por los cientos de personas que acudieron al instante a las llamadas que pedían que se realizaran donaciones de sangre. También hay villanos y críticas, sobre todo dirigidas a la dejadez de muchos medios de comunicación en las primeras horas de la tragedia o a la espectacularización de los hechos. También para ciertas metidas de pata, por ejemplo el muy comentado pésame emitido por Moncloa. O para la reacción que generó en algunos tertulianos que el presidente de la Xunta interviniese en gallego.

Muchos héroes

Los vecinos y vecinas de Angrois sacaron mantas y agua para socorrer a los pasajero heridos y ayudaron a muchas personas a salir de los vagones y a rescatar cadáveres.

Las empleadas y empleados de los servicios públicos, desde el personal sanitario hasta el policial o los bomberos, que trabajaron durante horas y que incluso se incorporaron a sus puestos estando de vacaciones. Como recordaba Helena Villar Janeiro en un comentario en las redes sociales, “hace falta hacer referencia a que los trabajadores y trabajadoras que están dando el callo, que abandonaron las casas y las vacaciones para atender a los sufridores de este drama son funcionarios en su peor época. Y que los hospitales que están haciendo frente a la catéstrofe son públicos. Si no entendemos hoy lo que esto significa, no lo entenderemos nunca ya”.

Los bomberos dependientes del consorcio comarcal suspendieron durante siete días la huelga y las protestas que tenían convocadas. El comité de huelga hizo un llamamiento a los profesionales e incluso se incorporó a los parques personal que estaba de vacaciones.

Los cientos de personas que respondieron a la llamada de los centros de transfusión para que se donara sangre en el Centro de Transfusión del Monte de la Condesa (Campus Sur). Se precisó, sobre todo, sangre del grupo cero negativo y del A negativo, pero a primeras horas del viernes se pidió a la gente que esperara unos días para volver a donar ante la masiva y suficiente respuesta de la sociedad gallega, que llenó varios hospitales y centros en el país.

Los y las periodistas de los medios de comunicación que informaron desde los primeros momentos -con errores entendibles, desde luego- de lo sucedido, en general todos los medios gallegos, “que informaron con rigor, dignidad y sobriedad, lo que sé es muy difícil en esas circunstancias”, como recordaba Manuel Bragado. Cierto es que la cobertura de la TVG recibió merecidas críticas por haber abusado de especulaciones y de imágenes sin editar, con la visión de algunos cadáveres o menciones no justificadas al ex ministro de Fomento. Pero su cobertura continua hizo recordar la importancia de contar con medios de comunicación públicos de calidad en Galicia. Bragado concluye que “la tragedia de Angrois demostró que es imprescindible contar con medios públicos y periodistas independientes para hacerle frente colectivamente a estas desgracias colectivas”.

El respeto mostrado por todas las fuerzas políticas, que suspendieron de inmediato todos los actos previstos, y a pesar de las legítimas críticas o exigencia de responsabilidades, les dejaron el protagonismo a las víctimas.

El respeto y la solidaridad mostradas por todos los gallegos y gallegas en una jornada muy triste. Se están convocando concentraciones silenciosas para las 20.42 horas de hoy en varias ciudades de Galicia, que tendrán lugar en las estaciones de tren.

Algunos villanos

La cobertura de TVE. La cadena pública tardó dos horas, hasta las 22.32, en informar debidamente en el Canal 24 horas de una de las mayores tragedias de los últimos años. En el Telediario no citaron la noticia en titulares, a pesar de que el accidente se produjo 20 minutos antes del inicio del informativo y la primera conexión se hizo una hora y media después, por teléfono y sin imágenes en directo: una voz en off sobre imágenes fijas o de videoaficionado iba haciendo comentarios. Además utilizaron imágenes de 2003 del accidente ferroviario de Chinchilla para ilustrar la noticia. El Plural se pregunta “Dónde está el servicio público en esta TVE de Somoano?” y califica de “bochornosa” la cobertura de la tragedia. En esos momentos CNN o BBC informaban en directo del accidente. Suso de Toro es muy claro en sus críticas: “la única nota grotesca la dio TVE, que trató como trató una desgracia tan grande. ¿Fueron tan pocos los muertos? ¿Tan lejos está Santiago de Madrid? De esa Moncloa que les envía a los familiares uno pésame por el ”terremoto en Gansu“. ¿Dónde está Gansu? ¿Dónde está Santiago? No saben”.

Fue muy comentado en las redes sociales el error cometido por Moncloa al mezclar en el pésame por el accidente de Santiago el terremoto de Gansu, producto de la excesiva rapidez a la hora de reelaborar el texto. “Quiero transmitirle mi más sentido pésame por la pérdida de vidas humanas y cuantiosos daños materiales que ha traído el terremoto que ha tenido lugar esta madrugada en Gansu”, decía el texto.

También se criticó con dureza la espectacularización que realizaron algunos medios, mostrando imágenes de muertos o heridos, o entrevistas con pasajeros o vecinos que no proporcionaban información sino el morbo de su sufrimiento. El primer punto del Decálogo de recomendaciones para medios y periodistas de sucesos de catástrofe del Colexio de Xornalistas de Galicia destaca “el derecho a la intimidad y a la propia imagen en el caso de los protagonistas de sucesos que revisten características de catástrofe”.

También son denunciables las insinuaciones sobre las posibles causas externas -algún explosivo- del descarrilamiento. Es cierto que los primeros minutos fueron muy caóticos, pero algunos medios y autoridades mantuvieron la hipótesis hasta varias horas después.

Alrededor de las diez de la mañana el presidente de la Xunta intervino ante los medios y leyó una Declaración Institucional de pésame. Lo hizo en gallego, lo que fue criticado en twitter y también por algunos participantes de tertulias televisivas, por ejemplo en el Programa de Ana Rosa.

También se puede incluir en esta relación el debate sobre las causas del accidente. Sobre todo del hecho de que la línea careciera de ERTMS (European Rail Traffic Management System), un sistema que impide que un tren rebase la velocidad máxima establecida. O de que en la zona de Angrois se mantuviera una curva que ya era considerada “complicada”. De estos temas habrá que hablar en los próximos días.