La Justicia mantiene en libertad al futbolista Santi Mina, condenado a cuatro años de cárcel por abuso sexual

El futbolista Santi Mina, jugador del Celta cedido a un equipo de Arabia Saudí, no tendrá que ingresar en prisión en este momento del proceso y podrá continuar con su actividad deportiva en el extranjero, pese a la condena a cuatro años de cárcel por abuso sexual. La Audiencia de Almería tomó este viernes la decisión tras una comparecencia a la que el deportista había sido citado tras pedir el abogado de la víctima que entrase en la cárcel, al entender que se ha incrementado el riesgo de fuga al haberse trasladado a otro país.

El futbolista, al que la Audiencia de Almería había autorizado a comparecer por videoconferencia, como había pedido su defensa, ha acudido finalmente en persona a los juzgados. El tribunal acordó que continúe en libertad a la espera de que avance el proceso, pendiente de una aclaración de sentencia que pidió la abogada del futbolista y de los recursos anunciados contra el primer fallo.

El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha indicado que la decisión de rechazar el ingreso en prisión de Mina fue transmitida tras la comparecencia por la presidenta del tribunal y quedará reflejada en un auto en los próximos días. Para la decisión, el tribunal ha tenido en cuenta que el futbolista ha estado “a disposición” durante todo el proceso y ha comunicado sus cambios de residencia. Por este motivo considera que no hay riesgo de fuga. Añade que el deportista deberá seguir comunicando futuras mudanzas.

La Audiencia Provincial de Almería condenó en mayo a cuatro años de prisión a Santi Mina y absolvió al también futbolista David Goldar, contra quien el Ministerio Fiscal no formuló acusación, aunque la víctima lo sentó en el banquillo al considerarlo cooperador necesario. La sentencia impuso a Mina la medida de libertad vigilada por periodo de cinco años y el pago de una indemnización de 50.000 euros por los daños morales. Le prohibió también acercarse a menos de 500 metros de la joven.

Los hechos ocurrieron en la localidad almeriense de Mojácar en el verano de 2017. Cuando el Celta, en cuya cantera se formó Mina, lo fichó en 2019, cuando la denuncia estaba ya presentada, y pocos meses después la Justicia tomó la decisión de continuar con el proceso contra el deportista.