Martiño Noriega se lanza a la “batalla” para “ganar” Santiago con Compostela Aberta

“Va a ser una batalla de Agustín Hernández”, actual alcalde del PP, “contra la ciudadanía de Compostela”. Así formula Martiño Noriega la carrera hacia las elecciones municipales de mayo, en la que desde esta semana se encuentra inmerso en una plaza compleja, la capital de Galicia. Quien junto a Xosé Manuel Beiras es coportavoz nacional de Anova y también alcalde del pequeño Ayuntamiento de Teo, limítrofe con Santiago, acaba de dar el paso para optar a ser el candidato a la alcaldía de Santiago por la plataforma Compostela Aberta, que abre su proceso de primarias abiertas con el reto principal de intentar encabezar el cambio político en una ciudad que ha llegado a acumular tres regidores del PP en apenas tres años entre sonoros casos de presunta corrupción.

Tras confirmar que él será el único candidato a encabezar la lista Noriega citó este jueves a la prensa ante la que fue casa de Ánxel Casal, el alcalde de Santiago galleguista y republicano fusilado por los franquistas en 1936. En ese simbólico enclave y a “título personal” -las personas candidatas no lo serán oficialmente hasta el viernes, cuando sean proclamadas, y las votaciones se celebrarán entre los días 20 y 22- Noriega explicó las razones que lo han llevado a apostar por la candidatura y también la voluntad con la que se dispone a liderarla. La “vocación” de la plataforma no va ser “repartir migajas” o “meter tres o cuatro concejales” en la corporación compostelana, sino “ganar”.

Ante una notable expectación mediática Noriega fue cuestionado por el que, a priori, parece el elemento más complejo de su llegada a la política municipal santiaguesa: el tránsito desde Teo, ayuntamiento del que sigue siendo alcalde. Su intención, señala, es mantenerse como regidor teense “hasta mayo” y, desde el 24-M, ejercer la “responsabilidad” en Compostela, explica al ser cuestionado sobre si permanecerá en la corporación con independencia de un resultado electoral que ve como una “reválida” en la que “la ciudadanía avalará o penalizará” los “comportamientos” del PP en los últimos años. “La ciudadanía consciente -advierte- no puede hacer incomparecencia en este proceso, no podemos mandarle un mensaje a las generaciones futuras de que solo el PP puede regenerar el PP, que sólo la mafia puede regenerar la mafia”.

Tres alcaldes en tres años

Santiago, gobernado históricamente por el PSdeG, en varias ocasiones a través de coaliciones con el BNG, pasó a manos del PP tras las elecciones municipales de 2011, en las que la candidatura encabezada por Gerardo Conde Roa logró la mayoría absoluta. Conde Roa estuvo en el cargo durante apenas nueve meses, cuando tras la dimisión por el fraude fiscal de su constructora fue sustituido por Ángel Currás, quien a su vez abandonó el cargo en julio de 2014 a causa de la inhabilitación de más de la mitad de su equipo de gobierno por un delito de prevaricación. Desde ese momento la alcaldía está ocupada por el ex conselleiro Agustín Hernández, que dirige un gobierno formado mayoritariamente por ediles no electos y que, como candidato del PP, asegura estar en condiciones de obtener la mayoría absoluta.

Esas circunstancias que rodearon el mandato del PP fueron algunos de los motivos a los que aludieron las personas impulsoras de Compostela Aberta para lanzar la plataforma en octubre de 2014. “Amamos Santiago, un ayuntamiento vivo y de impresionante legado” al que “la mayoría absoluta del PP ha traído alcaldes malhechores, no electos por el pueblo”, señalaban en su manifiesto, en el que también censuraban la “precarización de las condiciones de vida” y la “degradación del acceso a los servicios básicos”. Su apuesta, subrayaban entonces, es limpiar el poder local de oligarquías y mafias“ y promover medidas como una auditoría de la deuda municipal, consultas populares, limitación de mandatos o presupuestos participativos, entre otras. En estos meses han aglutinado el apoyo de fuerzas políticas como Anova, Esquerda Unida, Espazo Ecosocialista o Podemos.