La gestión de la Atención Primaria que está haciendo la Xunta no deja de enfrentar al Gobierno gallego con los médicos. El organismo que agrupa a los colegios profesionales ha anunciado que va a recurrir por la vía administrativa y, “si es necesario”, por la judicial el plan que está preparando el equipo de Alberto Núñez Feijóo para reorganizar la actividad en los centros de salud. De estos nuevos proyectos, que están en desarrollo, los médicos se han enterado por la prensa y critican que haya sido así. Son dos los puntos que rechazan: que los administrativos de los centros de salud vayan a ser quienes hagan las primeras preguntas a los pacientes que pidan una cita para decidir a qué profesional derivarlos y que los farmacéuticos estén habilitados para prescribir medicamentos en determinadas circunstancias.
En un comunicado, el Consello Galego de Colexios Médicos ha trasladado su descontento por lo que califica de “menoscabo de competencias de los facultativos” planteado por el Servizo Galego de Saúde (Sergas). Las medidas son, según la entidad colegial, “cuestionables tanto en el fondo como en la forma”. Cada profesión sanitaria tiene reconocidas en sus planes de estudio y en el ejercicio unas competencias que “se regulan de forma muy clara en la legislación”. Los médicos acusan a la Xunta de estar intentando hacer una transferencia de competencias por la falta de médicos en el sistema sanitario y advierten de que solo una ley puede cambiar otra para modificar ese ámbito competencial.
El Consello insiste en que el objetivo de regular las competencias de cada cual es dar garantías a los ciudadanos. “Cualquier decisión que implique apartarse de ese camino supone un riesgo para los ciudadanos e incluso puede incurrir en intrusismo profesional”, critica. Los médicos consideran que los problemas que tiene la Atención Primaria, colapsada en verano y todavía con esperas de varios días para concertar una cita en algunos centros, se resuelven por la vía de aumentar el personal y reorganizarlo pero no transfiriendo competencias de los facultativos a otras profesiones, “algunas, por si fuera poco, no sanitarias”. Estas medidas, aseguran, “solo contribuyen a dilatar la crisis de un nivel asistencial imprescindible”.
Este no es el primer desencuentro de los médicos gallegos con la Xunta en los últimos años. En verano, la saturación en la Atención Primaria llevaba a esperas de en torno a una semana para poder hablar con el médico de cabecera en una cita telefónica. Los profesionales médicos de Pontevedra presentaron entonces una denuncia penal contra el Gobierno gallego. El presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, admite que hay un problema en este ámbito, pero descarga la responsabilidad sobre el Gobierno central -“ni se nos deja contratar las plazas que tenemos vacantes ni se atiente a nuestra propuesta para captar más médicos”-.
El Consello de la Xunta aprobó este viernes un plan de infraestructuras para la Atención Primaria. Feijóo explicó las intervenciones previstas para construir nuevos centros y remodelar parte de los ya existentes. Dijo que se crearán 37 y se reformarán 14. No habló sin embargo, de los planes para el funcionamiento y la organización de funciones del personal. En respuesta a una pregunta sobre el malestar de los médicos, el presidente gallego se limitó a señalar que los farmacéuticos también son personal sanitario. Ha vuelto a admitir el “déficit de médicos”: “De lo que se trata es de cómo podemos prestar la asistencia sanitaria con los recursos que tenemos”.
La polémica llega, además, en un contexto en el que los presupuestos autonómicos para 2022 recortan las partidas para la Atención Primaria pese a la saturación. El año que viene se reservarán para este ámbito 1.389, dos menos que en 2020.