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La Xunta rebaja el presupuesto para Atención Primaria en pleno colapso del servicio

El presupuesto que la Xunta reserva para la Atención Primaria en 2022 baja con respecto al dedicado este año. Pasa de 1.391 millones de euros a 1.389. Son dos millones menos en un momento de colapso de los servicios. El propio presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, admite que hay un problema en este ámbito y su conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, calificó de “preocupante” la situación el pasado verano.

Durante los meses estivales los datos oficiales del Servizo Galego de Saúde (Sergas) confirmaban que el colapso en el periodo tradicional de descanso llevaba a una media de espera de en torno a una semana para una cita. La saturación, que se suma al cansancio tras más de un año de pandemia, llevó a los médicos de Pontevedra a denunciar por lo penal a la Xunta por el estado de la medicina de familia en Galicia.

Bien entrado el otoño, la situación sigue sin resolverse en algunos centros de salud. En uno de los de Santiago es necesario en la actualidad esperar seis días para poder ver al médico de familia. SOS Sanidade Pública ha convocado una manifestación para el próximo 14 de noviembre en la capital gallega. Los profesionales que se integran en esta plataforma avisan de que la “política de recortes” ha pasado factura a la Atención Primaria y hay un problema de escasez de personal que se ha visto empeorado por la pandemia. Piden que el 25% de los fondos finalistas que se reservan para sanidad vayan a este apartado. La cuantía total prevista por la Xunta, sin embargo, va a caer en 2022. Para toda la sanidad, el proyecto de los presupuestos autonómicos del próximo ejercicio prevé 4.583 millones de gasto.

Sanidade está preparando un nuevo modelo de Atención Primaria, pero los resultados no se van a percibir pronto. Las propuestas de la Xunta para atajar el problema, que Feijóo insiste en cargar sobre los hombros del Gobierno central -“ni se nos deja contratar las plazas que tenemos vacantes ni se atiente a nuestra propuesta para captar más médicos”, ha dicho-, pasan por una convocatoria extraordinaria de MIR (médico interno residente) para médicos de familia y pediatras con 1.000 plazas para que la formación empiece el año próximo.

Los sindicatos y colegios médicos no hacen la misma lectura de la situación y atribuyen la falta de profesionales a que las condiciones que ofrece la sanidad pública gallega son “precarias”.