Los trabajos para que la Corporación Radio y Televisión de Galicia (CRTVG) se dote de un plan de igualdad arrancaron en 2018, pero todavía no han fructificado en un documento con medidas para evitar discriminaciones dentro de los medios públicos gallegos y que diseñe actividades formativas para la plantilla. En su estrategia habitual de defender cualquier proceder de la empresa por cuestionado que resulte, el director general de los medios públicos gallegos, Alfonso Sánchez Izquierdo, lanzó en una reciente comparecencia parlamentaria una acusación que traslada la responsabilidad de la demora a los representantes sindicales con los que se está negociando el plan: “No será porque no tenga la empresa interés en cerrar este acuerdo. Sería bueno que le preguntaran a la parte social por qué no tiene ningún interés en cerrar el tema”.
La descripción de la situación que hacen los sindicatos es otra: fue necesario modificar la mesa negociadora, hubo cambios en los interlocutores por la parte de la corporación y la empresa tardó en entregar los datos que le solicitaron y lo hizo con lo que consideran escasa transparencia. Agregan que el proceso se vio afectado también por la pandemia. Preguntada al respecto, la CRTVG asegura a través de su gabinete de prensa que su voluntad es que el acuerdo se firme “a la mayor brevedad”.
Entretanto, las críticas y las polémicas por la emisión de contenidos machistas se han intensificado. En poco más de un año, la corporación acumula varios episodios que tuvieron eco en otros medios, en los partidos de la oposición, en la asociación Xornalistas Galegas y en las redes sociales: un programa de entretenimiento de máxima audiencia intentó que una joven se reuniese con un exnovio con el que había roto por controlador; un debate sin expertos en violencia machista cuestionó que Rocío Carrasco contase su historia en un documental; una entrevista a un abogado que pidió “cariño” para Santi Mina después de que el futbolista fuese condenado por abuso sexual; y una pieza sobre cómo pueden conseguir las mujeres “glúteos perfectos”.
Este último episodio, el más reciente de los citados, fue denunciado a través de un comunicado por los cinco sindicatos con representación -CUT, USO, CIG, CCOO y UGT-, que pidieron que se retirasen los mensajes publicados en las redes sociales llamando a ver el contenido. También reclamaron, “ante la reiteración de este tipo de contenidos”, que se cree la figura de la editora de igualdad, que ya existe en Radio Televisión Española (RTVE). En este caso, de hecho, hay por el momento dos profesionales dedicadas a esta tarea, una en la televisión y la otra en la radio, con la misión de “garantizar la igualdad entre hombres y mujeres, tanto en contenidos como en presencia activa en el servicio público”.
Esta figura es motivo de desacuerdo en las negociaciones para el plan de igualdad en los medios gallegos. “Hay un pulso”, señala Raquel Lema, representante de la CUT en la CRTVG, que indica que la empresa considera que es una herramienta de control ideológico. En su opinión, sin embargo, esta profesional permitiría cumplir con la “responsabilidad como medio de comunicación” de la televisión y la radio públicas gallegas para no difundir ideas machistas y estereotipadas. Los problemas en este sentido, insiste, se producen “todos los días” y, cuando los denuncian se encuentran con que dentro de la corporación “se van cerrando todas las puertas” y no saben a quién recurrir. “Igual no ven un problema con estos contenidos, que sería casi más grave”, reflexiona.
La CRTVG replica sobre la propuesta de la editora de igualdad que el objeto legal de la comisión negociadora es redactar un plan que vele “por la garantía de la equidad entre los trabajadores”, pero “no tiene alcance ni afectación sobre la estructura de la organización”. La apuesta de la empresa pasa por prescindir de una figura de este tipo y dar formación a “todo el personal”, no solo “de la parte periodística o sujeta a criterios de edición”. En cuanto a sus sistemas actuales para revisar los contenidos, la corporación sostiene que ya es “respetuosa con la igualdad”. Y, a pesar de los episodios citados, considera que “tiene mecanismos de control de todo tipo y en todos los ámbitos, internos y externos”.
María González, la representante de la CIG en las negociaciones, considera “grotesco” que los contenidos machistas sean “cada vez más habituales”. Señala que responsables de lo que se emite “ya hay”, pero es otra cuestión que asuman errores, en especial cuando “la corporación da por bueno lo que sale”. Su postura es que el plan de igualdad debe aprobarse con, al menos, una previsión de actividades formativas para los trabajadores en la materia. El director general de la CRTVG afirmó ante el Parlamento de Galicia el pasado 31 de mayo que hay cursos “suficientes” en la empresa. Sin embargo, Teté Pérez, de CCOO, considera que la formación en igualdad es “muy deficitaria” en la plantilla y en la dirección. “Nos preocupa, nos altera y nos indigna cada vez que nos despertamos con acontecimientos como los que vienen ocurriendo últimamente”, expone. Añade que “pasa siempre”, pero ahora toma otro cariz por la negociación del plan y por los cambios en la sociedad.
Los trabajos de la comisión negociadora entran ahora en la fase de redactar las medidas, una vez hecho el análisis de la situación. Ninguna de las partes se atreve a dar un plazo concreto, aunque los sindicatos apuntan al otoño para intentar firmar un acuerdo.
Este periódico preguntó a la CRTVG, a través de su gabinete de prensa, si considera que los sindicatos están actuando con lentitud, atendiendo a las palabras Sánchez Izquierdo en el Parlamento sobre que la empresa no puede ir más rápido que la parte social. La respuesta se limita a indicar que las negociaciones siguen adelante y que la corporación tiene la voluntad de que el plan se firme “a la mayor brevedad” tras “tres años de procesos administrativos y negociaciones”. La contestación contiene también un apunte sobre la interpretación de las declaraciones del director general: “Son públicas y pueden ser consultadas. La frase citada no se corresponde con la literalidad de lo enunciado”. La literalidad, que se puede consultar en este vídeo desde la hora y 10 minutos de grabación, es: “Levamos tres años intentando sacar un plan de igualdad adelante. Imposible avanzar más rápidamente que la parte social”.
Las protestas de sindicatos y trabajadores no se limitan a los contenidos machistas. También han criticado otros episodios, como el del cura llamado para que bendijese el nuevo estudio multimedia de la Radio Galega o un especial para celebrar la última visita del rey Juan Carlos a Sanxenxo. La corporación también tiene abiertos numerosos frentes judiciales y ha perdido algunos de los litigios que mantiene con trabajadores. En los últimos meses el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha condenado a la CRTVG por discriminar a una trabajadora por razón de sexo y también por vulnerar la libertad de expresión en la plantilla. Y desde hace 213 semanas -más de cuatro años- la plataforma Defende a Galega organiza los Venres Negros de protesta por la “manipulación informativa” en los medios públicos.