Más de una semana después de que en la noche del viernes 22 al sábado 23 de noviembre encallase en la costa de Ares (A Coruña) el barco quimiquero Blue Star con sus bodegas vacías, a las 11 de la mañana de este sábado ha comenzado el trasvase a tierra de las algo más de 100 toneladas de combustible para su propio funcionamiento que el buque aún tenía a bordo. Sin embargo, tras fracasar los intentos de los servicios públicos de salvamento marítimo de remolcar y reflotar el barco y contratar su armador a la empresa privada holandesa SMIT Salvage, la misma que remolcó al Prestige, aun no hay fecha para su retirada.
El trasvase del combustible, que primero fue trasladado de la popa a la proa del buque, la parte más próxima a tierra, mientras que en la costa de Ares se realizaban diversas obras para facilitar la operación, estaba anunciado para el viernes, pero finalmente en esa jornada solo se realizaron pruebas con agua.
Finalmente ha sido este sábado por la mañana cuando se comenzó a bombear el combustible a tierra, una operación que aún podría llevar varios días ya que está condicionada tanto por la visibilidad como por la climatología. En la zona, mientras, permanecen varios barcos de salvamento preparados para desplegar barreras contra la contaminación en caso de que se produzcan fugas.
Mientras siguen las operaciones para vaciar y retirar el Blue Star, Ares acogió en la noche de este viernes una concentración convocada por la plataforma Nunca Máis que congregó a varias docenas de personas. En la protesta, que se produjo a dos días de que se cumplan este domingo 17 años de la primera gran manifestación de ese movimiento social tras el hundimiento del Prestige, se reclamaron más medios y mejores protocolos para evitar este tipo de siniestros marítimos.