La sanidad se le vuelve a echar a la calle a Feijóo. El proyecto de la nueva Ley de Salud de Galicia que se tramita desde mediados de diciembre en el Parlamento por iniciativa de la Xunta acumula desde hace meses protestas en su contra, especialmente en las comarcas afectadas por una de sus medidas más controvertidas: la supresión de las áreas sanitarias de A Mariña, O Salnés, Monforte y O Barco de Valdeorras. Este precepto, aseguran los colectivos contrarios al proyecto, trae consigo un nuevo “ataque a la sanidad pública” y un refuerzo de las derivaciones de pacientes a centros privados ya facilitada por la ley de garantías sanitarias de 2014. Este es el telón de fondo de la “gran movilización” que, a través de la plataforma SOS Sanidad Pública, se prepara para el próximo 4 de febrero en Santiago, una protesta que ha sido alentada esta semana con más de una docena de concentraciones por toda Galicia.
Una de las comarcas más activas en el rechazo de esta norma nos últimos meses, la de A Mariña -la costa de provincia de Lugo-, ha sido también una de las más activas en las concentraciones previas. Aunque la convocatoria a nivel gallego solo preveía una protesta en Burela, ante el Hospital da Costa, las movilizaciones se extendieron también por centros de salud de Foz, Barreiros, Ribadeo, San Cibrao y Burela. “Pretenden borrarnos del mapa como área sanitaria” para “provocar una pérdida de camas y servicios en los hospitales comarcales”, acusan para cargar contra una reforma que, en el caso de A Mariña, va a tener como grandes beneficiados a los hospitales privados de la ciudad de Lugo“, dicen.
“La única forma de parar esta reforma injusta, insolidaria, generadora de desigualdad y que afectará a toda la sanidad gallega” es “la movilización social masiva”, recordaron en la concentración de Burela. Es necesario recordar, señalan, los efectos que “la movilización masiva y contundente” llegó a tener en otro polémico proyecto legislativo del Gobierno del PP, la ley de acuicultura, que llegó a retirar entre numerosas protestas.
El hospital Lucus Agusti, en Lugo, el Hospital de Monforte y el Hospital de O Salnés, pero también céntricas plazas de A Coruña, Ribeira, Ferrol, Santiago, Ourense, O Barco, Pontevedra o Vigo han sido esta semana escenarios de protestas que, en casos como el ourensano, han sorprendido a la organización por la gran asistencia ciudadana. En ellas pusieron como ejemplo los “colapsos de las urgencias hospitalarias” de los últimos días, en plena campaña de la gripe, como muestra de unos “recortes” en el sistema sanitario que ahora, señalan, se enfrenta a una nueva “amenaza” tras la puesta en marcha y desarrollo reglamentario de la dicha ley de garantías.
La Ley de Salud, advierte la plataforma, “desmantela los hospitales comarcales” e insiste en la “centralización del control” de la asistencia, además de “perpetuar las Estructuras de Gestión Integrada que someten la Atención Primaria a las gerencias hospitalarias en detrimento de la promoción, prevención y atención próxima de la población”. Entre los perjuicios de la futura ley SOS Sanidade cita también la “privatización de la formación y la innovación sanitaria”, así como la “limitación de la participación social en el control de la sanidad pública gallega”.
Las tres fuerzas de la oposición parlamentaria gallega apoyan expresamente estas movilizaciones y la manifestación central del día 4, todas ellas rechazadas con contundencia desde la Xunta y el PP. Tras reducir en las últimas semanas a importancia de las movilizaciones tanto el conselleiro de Sanidad, Jesús Vázquez Almuiña, como el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, han atribuído a intereses partidarios el conjunto de la movilización. Muestra de esto, ha esgrimido Feijóo, es que la Xunta prevé construir una veintena de centros de salud en los próximos años.