La oposición se despide del presidente de la Xunta en la última sesión de control del año: “Convoque, nos vemos en las urnas”

“Estamos acabando el año y, por qué no decirlo, también se respira un aire de estar al final de la legislatura”. Las palabras con las que el socialista Luis Álvarez abrió la última sesión de control al presidente de la Xunta de este 2023 ya anunciaban el clima que hoy esperaba en el Parlamento. Para la líder de la oposición, la nacionalista Ana Pontón, que intervino después del primer cara a cara entre Álvarez y Alfonso Rueda, ese desenlace es “cada vez más evidente”. Sin embargo, el jefe del ejecutivo gallego sigue sin dar pistas sobre la convocatoria. Hoy, además de presumir “con eficacia y humildad” de ser la primera comunidad autónoma que aprueba sus presupuestos -lo hizo ayer mismo-, Rueda pudo dedicarse a hacer oposición de la oposición: acusó a Pontón de “faltona” para luego hacerse la ofendidita“ y al candidato del PSOE, José Ramón Gómez Besteiro de ”hombre anuncio“, después de que el diputado en el Congreso quien desvelase la fecha de reapertura de la autovía A-6, un año y medio después del derribo del viaducto.

Como anticipando el cambio de ciclo, ni BNG ni PSOE pidieron hoy al jefe del ejecutivo un balance del año; ni siquiera, de la legislatura. Pontón y Álvarez solicitaron explicaciones por los 14 años de gobierno del PP en los que ha “malgestionado” más de 170.000 millones de euros para dejar una Galicia “más pequeña”. “¿Qué hizo el Partido Popular por Galicia”, llegó a preguntar el socialista como si fuese John Cleese en La vida de Brian. Rueda dejó pasar la referencia y acusó de nuevo a la oposición de “retorcer los datos” y dibujar una “Galicia tenebrosa” en lugar de la “isla de estabilidad” que los populares han convertido en su lema en esta precampaña.

“Vamos a seguir trabajando con orden, con sentidiño, aunque esta palabra les molesta mucho”. Realmente, lo que molestó a muchos sectores no fue la palabra, sentidiño, sino que el presidente de la Xunta les pidiese a los gallegos que lo utilizasen para no colapsar las urgencias ante la llegada de la gripe, pese a que una cita en atención primaria pueda demorarse “entre una o dos semanas”, como hoy le recordaron, dependiendo del centro de salud.

Rueda quiso huir de la presión de la convocatoria y dar sensación de normalidad, de que “seguimos trabajando”. Mañana, el consello de la Xunta aprobará la Lei de Recursos Naturais y hoy -para dejar seguir transitando su senda preelectoral-, aprovechó la sesión de control para dejar un nuevo anuncio. Si los presupuestos de 2024 vienen caracterizados por una cascada de bonificaciones, hoy se sacó de la manga una más: el año que viene se mantendrá la rebaja del 50% en el transporte urbano e interurbano. Lo ha decidido, de forma unilateral, sin esperar a lo que diga el Gobierno, que era quien lo financiaba, porque en Madrid están ocupados en otras cosas. “Lo que más prisa le corre, la amnistía. Ustedes tienen sus prioridades, nosotros las nuestras”.

Ni Ayuso ni Feijóo: “Convoco yo”

El presidente gallego trató de darle la vuelta a un argumento que lo persigue. Mientras la oposición lo acusaba de esperar órdenes de Feijóo, incluso de Ayuso -“la verdadera líder”, lo que provocó carcajadas en la bancada popular-, para decidir cuándo convocar las elecciones -“convoco yo”, ha vuelto a insistir Rueda-, él ha tratado de dibujar a Pedro Sánchez como “el único candidato de un cuatripartito”. Besteiro sería simplemente “un hombre anuncio”, algo que Álvarez devolvió a Rueda: “hombre anuncio es usted, pero en lugar de llevar un cartelón por delante y por detrás, lleva un bus porque es más moderno”, ironizó en referencia a la campaña Galicia non para. “¿Si no para no será porque se pasaron de frenada?”.

Álvarez acusó al PP de “vender la piel del oso antes de cazarlo”, como hicieron cuando afirmaron que era “imposible” que el candidato popular perdiese con Pedro Sánchez y que hubiese cuatro años más de gobierno progresista en España. “Recuerdo con ternura a Feijóo diciendo en el mitin de Santiago: 'Tranquilos, que habrá sitio para todos'. ¿Eso, qué eran, carguitos? Sí, claro que eran”, aseguró entre las risas de sus compañeros.

“Ya es hora de que el PP pierda para que Galicia gane, ya es hora de que convoque elecciones cuando quiera porque estamos preparados”. Lo que está en juego, según Álvarez, es seguir cuatro años más con un ejecutivo que tiene “como única forma de hacer política” estar “peleando con el Gobierno y los ayuntamientos”. Por eso, se despidió así del que llamó “presidente aún no en funciones”: “Señor Rueda, nos vemos en las urnas -no es una amenaza, es una premonición- más pronto que tarde”. “Si quieren seguir haciendo anuncios, permaneceremos atentos, porque en realidad lo pasamos bastante bien”, cerró Rueda.

Rueda toma “críticas políticas” como “descalificaciones personales”

“Me alegra que usted lo pase bien, porque la mayoría de los gallegos no pueden llegar a fin de mes”. Así arrancó Ana Pontón una intervención en la que pidió a Rueda que mencionase “uno solo de los proyectos estratégicos que fuesen capaces de impulsar... y espero que no me diga Pemex”. “Es el presidente que votó en contra del gallego: llegaron a la Xunta manifestándose con los sectores más ultras contra el uso del gallego y terminan votando contra su uso. Es una vergüenza que lo va a perseguir siempre”.

Tras recordar el “escándalo” de la utilización “partidista” de la TVG -“sólo le falta aparecer en Luar”- recordó que Rueda no fue votado para el puesto, sino que lo eligió “digitalmente” el Partido Popular. “Es usted un presidente accidental que llegó a su cargo gracias a la corrupción del PP, que nos ha demostrado su sumisión a Madrid y su incapacidad para defender los intereses de este pais”

Lo que para Pontón, con un tono medido, eran simplemente “críticas políticas”, Rueda se lo tomó como “descalificaciones personales” por parte de quien luego “se hace la ofendidita”. “Esta vez se picó más que nunca, es usted muy faltona”, insistió en su réplica después de que la nacionalista le pidiese, sin éxito, que le dijese cuáles eran esos ataques personales. “Están muy acostumbrados a las loas de la TVG, pero en el Parlamento tienen que escuchar la verdad”, replicó Pontón ante la actitud “paternalista” del presidente. Él, a su vez, no renunció a ninguno de los tópicos: que Pontón “envidia” a Cataluña, que el BNG va “de ganchete” con Bildu y ERC, que la propia portavoz “lleva 20 años en el Parlamento pero nunca gestionó un euro de dinero público” o los ataques al bipartito, el fugaz gobierno de socialistas y nacionalistas entre Fraga y Feijóo, que hoy “sería un cuatripartito”.

“No tiene balance que ofrecer y lo que hace es criticar y torpedear lo que consigue el BNG porque no soportan que seamos capaces de hacer más por Galicia que ustedes. Ése es su problema, no el de los gallegos convencidos de que hay que abrir una nueva etapa. Y, en cuanto convoque, lo comprobaremos” cerró su intervención Pontón. Pero Rueda tenía el último turno de palabra. “Me pedía balance de 14 años: el mejor balance es darle otra vez a Galicia unos presupuestos. Vamos a seguir gobernando y trabajando. Si fuese al revés, si me diesen cuatro minutos para explicar su balance, ¿sabe qué sería lo triste? Que me sobrarían cuatro minutos y medio”.