Pedro Sánchez ignora la guerra interna del PSOE en el cierre de la campaña gallega

Ni una palabra a los críticos. Pedro Sánchez ha cerrado la campaña gallega del PSOE como si nada pasara en torno a su liderazgo y evitando mensajes directos a los que discuten internamente su estrategia de usar el manejo de los tiempos. Ni un gesto directo, ni una palabra para los que le quieren descabalgar de la dirección del PSOE.

El líder socialista se juega su estrategia de supervivencia en las elecciones gallegas. La posibilidad de sorpasso para En Marea sobre el PSOE parece confirmada en todas las encuestas. En ese contexto, Sánchez tiene por delante un Comité Federal, fijado para el próximo 1 de octubre, que se presenta endiablado para sus intereses.

La derrota gallega, de confirmarse, empujaría al líder socialista a la convocatoria de un Congreso express que le revalide en una nueva situación de fracaso electoral. Lo que digan los gallegos el 25S decidirá la estrategia de Sánchez. Los más próximos al secretario general aún apuestan que el PSOE se mantendrá como segunda fuerza en el Parlamento Gallego. La deriva de campaña no parece indicar que ese sea el verdadero desarrollo de los acontecimientos previstos para este domingo. Sánchez lo tiene complicado.

En el cierre de campaña, el líder socialista ha reclamado “un vínculo de unidad” para un partido con más de 100 años de historia. La frase, deslizada por Sánchez durante el mitin, parecía más de argumentario que un mensaje directo a Susana Díaz, Guillermo Fernández Vara, Ximo Puig o tantos otros que buscan, sin saber cómo, un futuro para el PSOE con nuevo líder.

A pesar de sus distancias con ambos, Sánchez ha reivindicado en Compostela las figuras de Zapatero o Felipe González. Ambos le piden un paso atrás, pero el líder socialista hace como quien no escucha, a la espera de los resultados del domingo.

“Somos un gran partido. No somos un conglomerado de siglas”, aseguró Sánchez en clara referencia a la candidatura apoyada por Podemos en Galicia. “Somos el partido del sí, por eso decimos no a Rajoy”, concluyó el líder del PSOE con frases exactas a las que ha ido pronunciando durante toda la campaña gallega.

El domingo, su suerte dependerá, en buena medida, de los resultados de unas elecciones que ya han cumplido los dos capítulos clásicos de la dramaturgia: “planteamiento” y “nudo”. En Galicia, todos pendientes del “desenlace”.