Las federaciones del PSOE críticas con Pedro Sánchez apenas esconden el malestar con Ferraz y por las maniobras que están detectando y confirmando a través de los medios de comunicación. En sus declaraciones públicas, los representantes de esos territorios han advertido al secretario general que no puede pactar con las fuerzas catalanas que defienden la independencia ni abrir la batalla por el liderazgo del partido hasta que haya Gobierno. Ambas ideas forman parte de los planes de Sánchez.
En una rueda conjunta ofrecida por los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, le han recordado que el Comité Federal ya tomó las “decisiones preceptivas” respecto a las posibilidades del PSOE de recuperar la Moncloa y le han pedido “coherencia”.
“No nos podemos plantear un pacto ni en A ni en B con el independentismo”, ha reiterado García-Page. También Lambán se ha referido a la resolución del Comité Federal del pasado 28 de diciembre que decía a que “no se facilitara un gobierno de Rajoy y particularmente con este Rajoy y este PP y no a ninguna clase de fórmula para que haya un presidente socialista con el apoyo de los independentistas catalanes”. Es una advertencia que comparten otras federaciones, como la andaluza, la extremeña, la valenciana o la asturiana.
Sin embargo, los barones afines a Sánchez apuestan por rebajar las condiciones impuestas a Sánchez para reducir su capacidad de negociación para llegar al Gobierno. Francina Armengol ya defendió en julio que si el PSOE emplazaba a Rajoy a dialogar con Convergència también podrían hacerlo los socialistas. Miquel Iceta ha asegurado que prefiere un pacto con los independentistas antes de que Rajoy siga en el poder.
Los barones críticos con Sánchez sostienen que el PSOE debe quedarse en la oposición. Susana Díaz lo dejó claro la semana pasada: “Con 85 escaños no se puede gobernar este país”. Los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón han secundado discretamente esa tesis al recordar a Sánchez que ellos lograron sus gobiernos: “Ese acuerdo nos era posible porque sumaban votos, cuentas y resultados y hubo sentido común para firmarlo”, ha defendido García-Page. “Podría ocurrir en España en el futuro, cuando los españoles tengan a bien darle mayoría parlamentaria a la izquierda”, ha avisado Lambán, que también ha recordado que los ejecutivos autonómicos que se apoyaron en Podemos no tuvieron que “renunciar a los principios” del PSOE.
Desde Ferraz no cierran la puerta a sustentarse en Unidos Podemos y en las fuerzas nacionalistas para lograr su alternativa a Rajoy. Las fuentes oficiales se limitan a decir que “no se va a negociar un referéndum” y ven, por el momento, inviable que ERC y el Partit Demòcrata Catalàn (la antigua Convergència) renuncien a él. Sin embargo, no descartan que Sánchez pueda sacar adelante su investidura si ceden en el apartado de la consulta.
Las federaciones críticas también rechazan la idea que baraja Sánchez de adelantar el Congreso en el que se dirimirá el liderazgo del PSOE. “Los ciudadanos no entenderían que estuviéramos entretenidos en temas internos hasta que se resuelva la situación nacional”, ha expresado el dirigente andaluz Antonio Pradas, que coupa la secretaría de Política Federal de la dirección de Sánchez.
También García-Page y Lambán han recordado que fue el Comité Federal, a propuesta de Sánchez, el órgano que decidió aplazar el Congreso. “Entendí mucho las razones de Pedro Sánchez hace unos semanas de plantear que era un atropello, que era absurdo e incomprensible poner el sillón de Ferraz por delante de los intereses de los españoles”, ha expresado el presidente manchego que ha comparado la situación con una operación en la que el “cirujano se va de boda”.
“Tengo absolutamente claro que a Pedro Sánchez en ningún caso va a ocurrírsele plantear un congreso en medio de la gobernabilidad”, ha agregado Lambán. Las federaciones críticas creen que serán capaces de abortar esa maniobra que baraja Sánchez para frenar un posible motín por unos malos resultados en las vascas y gallegas que pretenda imposibilitarle su plan para llegar a Moncloa.
Un destacado responsable de organización de una federación crítica con Sánchez le acusa de tratar de “blindarse” en el cargo al plantear un calendario imposible para cualquier candidatura alternativa. La fecha para la votación del secretario general sería el 23 de octubre por lo que, desde la hipotética convocatoria del Congreso el 1 de octubre, cualquier aspirante tendría solo diez días para montar un equipo y recoger los avales.
Tanto la posibilidad de que los críticos traten de torcer el brazo al secretario como la amenaza de convocar al congreso son muestras del enconamiento que atraviesa el PSOE en la batalla por el liderazgo. Así de claro lo ha expresado Jordi Sevilla, uno de los principales colaboradores de Sánchez:
El último recado que García-Page ha enviado a Sánchez ha sido su crítica por no convocar al plenario de la Ejecutiva federal tras las elecciones vascas y gallegas. El secretario general ha decidido reunir solo a la Comisión Permanente -los secretarios de área que son mayoritariamente afines a Sánchez-. “Siempre es útil respetar los procedimientos y a todos los efectos la ejecutiva federal no solo esta para debatir y opinar de los resultados sino para tomar decisiones, incluso convocar un Comité Federal. A estas alturas confío en que seamos convocados todos los miembros de la ejecutiva federal”, ha zanjado el presidente de Castilla-La Mancha.