“Yo participé en una reunión hace ocho años, cómo me voy a acordar”. Con esa y otras evasivas, visiblemente nerviosa, respondió este miércoles en el Congreso en la comisión de investigación sobre el accidente del Alvia en Santiago una técnica de Adif presente en abril de 2011 en una reunión en la que dos departamentos de la empresa pública discreparon sobre si había que revisar mejor la seguridad de la curva de Angrois en la que descarriló el tren, algo que finamente no se hizo.
En la causa judicial sobre el accidente está en cuestión si Adif evaluó como debía el riesgo de un descarrilamiento por error humano y exceso de velocidad en la curva de Angrois como el que ocurrió el 24 de julio de 2013, que dejó 80 muertos. Adif viene argumentando que no era necesario realizar una evaluación independiente (ISA) de los riesgos de ese punto porque ya formaba parte de la red ferroviaria convencional de entrada a Santiago y estaba fuera de la línea de AVE Ourense-Santiago propiamente dicha, en la que sí se había realizado ese análisis.
Pero esa cuestión fue debatida en Adif en 2011, antes de la inauguración de la línea, según evidenciaron hace unos meses las propias víctimas del siniestro entregando en el juzgado varias actas de reuniones internas que no habían sido aportadas a la causa por la empresa. En ellas, miembros de la Dirección de Seguridad en la Circulación de Adif veían necesaria la evaluación independiente mientras que miembros de la Dirección de Instalaciones de Control de Tráfico consideraban que llegaba con un procedimiento inferior. Finalmente se impuso la segunda opción y ningún organismo independiente evaluó la seguridad de la curva de Angrois, algo que validó el director de Seguridad, Andrés Cortabitarte, imputado en la causa.
En aquel encuentro en el que los dos departamentos de Adif expusieron sus posturas contrapuestas participó entre otros técnicos Alejandra Pérez Jiménez, experta que supervisó las pruebas del sistema ERTMS de control constante de la velocidad y perteneciente al departamento que consideraba innecesario hacer la evaluación independiente. Este miércoles, en su comparecencia en el Congreso, fue preguntada de manera insistente por aquella reunión por la diputada de En Marea Alexandra Fernández. La técnica comenzó primero negando su presencia en el encuentro para después insistir en que no recordaba su contenido. También aseguró que, como experta en ERTMS, sus funciones se limitaban al trecho de la línea en que estaba instalado ese sistema, hasta poco antes de la curva de Angrois, por lo que no tenía competencias sobre la seguridad de la propia curva, que carecía de ningún sistema, ERTMS o convencional, que la protegiese.
Sus respuestas, tartamudeantes algunas de ellas, fueron criticadas por la diputada de En Marea, que recordó respuestas evasivas similares de anteriores comparecientes y consideró “increíble que estando en reuniones de coordinación nadie sepa lo que decía el de al lado”.
En la sesión de este miércoles de la comisión de investigación sobre Angrois también compareció un técnico de las empresas que instalaron los sistemas de seguridad de la línea, Juan Olmedilla. También a él se le preguntó por la decisión de Adif de no hacer una evaluación independiente de la seguridad de la curva de Angrois sino sólo del resto de la línea de AVE desde Ourense hasta poco antes de ese punto. Olmedilla, que compareció también en el juzgado como testigo el pasado 12 de septiembre, indicó que las empresas se limitaban a hacer lo que Adif les pedía y que es Adif “quien decide con qué seguridad operar la línea”. Esa respuesta, avanzada también por otros compañeros suyos en el juzgado el pasado marzo, ratifica la versión que dieron en su momento también ante el juez varios técnicos de Ineco, la consultora independiente a la que Adif encargó supervisar el resto de la línea pero no la curva de Angrois, según su declaración.
El técnico compareciente este miércoles también negó presiones políticas para agilizar las obras de la línea antes de su inauguración en diciembre de 2011. “¿Presionado? No especialmente, las fechas que ponen los políticos siempre están ahí, pero no especialmente”, dijo.