CRÓNICA

Jácome: el alcalde de Ourense gobierna un polvorín

María Pampín

31 de agosto de 2020 22:43 h

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El gobierno local de Ourense es un polvorín en el que a todos les gusta el fuego. Tras poco más de un año de coalición entre el partido Democracia Ourensana (DO), del que procede el alcalde, y el Partido Popular, el ejecutivo municipal ha comenzado a romperse desde dentro, con el propio grupo municipal del regidor, Gonzalo Pérez Jácome, como detonante. La mayoría de ediles de DO acusan a su compañero de partido de cometer irregularidades con los fondos de la formación y lo han denunciado a la Fiscalía. Por su parte, Jácome se aferra al cargo y considera que sus concejales tienen en marcha una estrategia para obligarlo a dimitir, al no darles las cuentas para forzar una moción de censura.

La política municipal en Ourense ya no era tranquila antes de este episodio fraticida. Basta un vistazo a las prolijas publicaciones en las redes sociales del alcalde para captar que las maneras de Pérez Jácome se salen de las habituales en un cargo público y no tiene problema en ser polémico y contradictorio hasta consigo mismo. Este empresario local que se dio a conocer por sus ataques feroces a la familia Baltar, la estirpe del Partido Popular que controla la provincia desde la Diputación desde hace décacas, no dudó en apoyar a José Manuel, Baltar hijo, para que mantuviese el poder del palacio provincial a cambio de su apoyo para auparse a la alcaldía de Ourense. Para llegar al acuerdo entre Democracia Ourensana y el PP debieron olvidar la larga lista de descalificativos que Pérez Jácome ha dedicado, desde programas y parodias en su propio canal de televisión Auria TV en el que también emitía una señal pirata de Digital +, a la familiar Baltar. También olvidó rápidamente su opinión sobre Jácome el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, que unos días antes de auparlo como alcalde afirmaba al periódico local La Región que el político sería un regidor “letal para Ourense”.

Con la relación turbulenta con el PP apaciguada mediante este pacto, a Jácome le ha estallado el caos dentro de su propia formación. Cinco de los siete concejales de DO han firmando la denuncia ante la Fiscalía contra su líder sobre presuntas irregularidades en el manejo de las cuentas de la formación y en la entrega de parte de los salarios de los trabajadores al partido, por lo que Jácome se queda con un único edil, Armando Ojea, como escudero y, desde ayer, portavoz del grupo municipal. Al anterior, Miguel Caride, Jácome lo considera el instigador de la revolución en sus filas. “Su máximo interés es buscar mi dimisión, una vez que conoció que la Ley Orgánica de Régimen Electoral impide computar los votos de los concejales de DO en una eventual moción de censura contra el alcalde, lo que no le dejaba otra vía que no fuese tratar de forzar mi dimisión por cualquier medio, utilizando para ello la presión mediática, en una especie de huida desesperada hacia delante”, aseguró el pasado sábado el regidor en un comunicado.

Por su parte, Caride explicó este domingo en una entrevista a Faro de Vigo que varios concejales le han reclamado a Jácome que dimita. Señala que el problema es el alcalde, a quien califica de egocéntrico, personalista y autoritario, y su manera de actuar. Caride también rechaza la teoría que circula más allá de la provincia y que sitúa el origen de las turbulencias en Democracia Ourensana en el PP de Baltar, que lleva meses a la conquista de alcaldías para extender el poder del PP en la provincia a base de tránsfugas y el fichaje de alcaldes independientes. “Hay un runrún, pero sinceramente, creo que al PP no le viene nada bien esto, no creo que na crisis de este calado le pueda valer para algo a Baltar”, indica. Al tiempo, Caride se muestra dispuesto a apoyar a un alcalde o alcaldesa del PP y le pide al partido de Baltar que mueva ficha y que decida quién debe relevar a Jácome de su puesto.

Esta teoría la refuerza el partido más votado en las últimas municipales en Ourense, fue el PSdeG, que tiene nueve concejales en la corporación. El presidente de la gestora local, Adolfo Pérez Abellás, afirmó la pasada semana que el PP tiene “intereses ocultos” en la ciudad para hacer el pacto de la “indignidad y letal para Ourense” y le instó a “explicar qué acuerdo quiere ahora con los díscolos de Jácome para seguir profundizando en el caos de la ciudad”. Los socialistas piden al PP que se aparte a la oposición y deje gobernar al PSdeG. Mientras, el BNG y el propio Jácome dejan caer que detrás del conflicto está la modificación del Plan General de Ordenación Urbana de la ciudad.

La presión alrededor de Jácome no para de crecer, pero el PP, el socio de gobierno de Jácome aún no ha movido ficha. El demoledor editorial que el La Región publicó el pasado sábado contine el mensaje más suave en su titular: Jácome, vete: ganas tú, gana Ourense. Es una larga lista de acusaciones que van desde una supuesta falta de habilidades personales hasta un repaso de algunos de los proyectos más dicutidos del alcalde, como la contratación de un city manager. Esta figura de gestor de la ciudad bonificada con un contrato de 86.000 euros al año -más que el presidente del Gobierno- la ganó el candidato preferido por Jácome: el hijo del que fuera presidente de la Diputación de Lugo con el PP, Francisco Cacharro. En Ourense, todos gritan que el alcalde va desnudo. Al contrario que en el cuento sobre el traje nuevo del emperador, el mensaje no puede estar más claro.