Ha quedado en nada. El juzgado de instrucción número 3 de A Coruña acaba de archivar la causa abierta contra el edil de Culturas del Ayuntamiento de A Coruña, José Manuel Sande, investigado por un presunto delito contra los sentimientos religiosos por uno de los carteles con los que la administración local anunciaba el Carnaval con una ilustración de un hombre disfrazado de Papa. La denuncia presentada por la presidenta de la Asociación de Viudas de Lugo, Aurora Carro, acabó con la declaración judicial del concejal el pasado abril. Un mes después, el magistrado declara el sobreseimiento de la causa a petición de la Fiscalía.
Según aclara el auto al que ha tenido acceso este diario, el juez entiende que “de lo actuado, según informe del Ministerio Público, no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que dio motivo a la formación de la causa, por lo que procede decretar el sobreseimiento provisional de las actuaciones” judiciales. Con todo, el archivo es impugnable a través de la interposición de un recurso de reforma o de apelación en los tres y cinco días siguientes a la notificación de un auto con fecha del pasado 22 de mayo.
Fue unas semanas antes de la celebración del último Carnaval cuando surgió en A Coruña una curiosa polémica por la utilización en los carteles del Ayuntamiento de una ilustración que representaba a una persona disfrazada de Papa, con una copa de vino y un papamóvil de cartón. El gobierno municipal recibió críticas por parte del Arzobispado de Santiago, que lo acusó de “herir a las creencias de los creyentes”, y de algunas otras entidades, como la asociación Abogados Cristianos o la Asociación de Viudas de Lugo, que llegó a presentar la denuncia que acabó con la imputación del edil. La declaración judicial de José Manuel Cure Sande un mes se convirtió en un acto de defensa de la libertad de expresión y contó con el apoyo de diferentes organizaciones políticas y sociales, además del de varias comparsas que acudieron a los juzgados disfrazados de curas.
En el informe tenido en cuenta por el juzgado la fiscal aclara que el presunto delito de ofensa de los sentimientos religiosos que la Asociación de Viudas veía en el cartel castiga a los que “para ofender a una confesión religiosa hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias o ultrajen, también públicamente, a los que los profesen o practiquen”.
Así, en su intento por “comprobar” si hubo escarnio, el Ministerio Público advierte de que, “aunque se admitiera que el dibujo pudiera ser de mal gusto o constituir una afrenta para los católicos, no se advierte qué dogmas, ritos, creencias o ceremonias católicas se desprecian” con la caricatura del ilustrador Alberto Guitián. “Ni tan siquiera existe la certeza de que el dibujo represente el Papa”, insiste la fiscal, que cree que “podría tratarse, como bien apuntó el investigado, de una simple caricatura de una persona disfrazada del Sumo Pontífice; disfraz que, por otra parte, es bastante habitual en las fiestas del Carnaval de esta ciudad”.
La Fiscalía asegura que, “suponiendo que efectivamente el dibujo hiciera referencia al Papa”, eso “constituiría, a lo sumo, una imagen provocadora o satírica, pero no cuestionaría directamente o indirectamente dogma, creencia, rito o ceremonia alguna de la religión católica”. Además, y por último, advierte también que “tampoco queda acreditado que la intención del autor del cartel o de la persona que lo encargó fuera a ofender los sentimientos religiosos” e insiste en que no hay “elementos denigrantes ni humillantes” en la ilustración y que es necesario “no perder de vista que se trata de un cartel exhibido en un contexto concreto (las fiestas del Carnaval) y que además se dirige al público general (y no específicamente a los fieles de la religión católica)”.
La polémica del cartel, que duró varias semanas en A Coruña, fue aprovechada por el PP local para criticar al gobierno de la Marea Atlántica. Su portavoz en el Ayuntamiento, Rosa Gallego, aseguraba que el alcalde Xulio Ferreiro era “un especialista en crear polémicas” y que era “evidente” que a la gente y a la Iglesia “le había molestado el cartel”. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, fue aún más allá al indicar que el “objetivo fundamental” del dibujo era “insultar y faltar al respeto a miles de ciudadanos”.
Tras conocer el auto de archivo el concejal denunciado se ha mostrado satisfecho, si bien resalta que “estábamos tranquilos, porque no esperábamos otra resolución, basándonos en derechos tan fundamentales como el de la libertad de expresión y manifestación artística y en que nunca hubo intención de ofender a nadie”. “La lógica y el sentido común se imponen finalmente?, ha añadido.