Unas semanas antes de la celebración de los últimos carnavales surgió en A Coruña una de esas polémicas (tan habituales en los últimos tiempos) por la utilización en los carteles del Ayuntamiento de una ilustración que representaba a una persona disfrazada de Papa, con una copa de vino y un papamóvil de cartón. El Gobierno municipal recibió críticas por parte del Arzobispado de Santiago, que lo acusó de “herir las creencias de los creyentes”, y de algunas otras entidades, como la asociación Abogados Cristianos o la Asociación de Viudas de Lugo, que llegó a presentar una denuncia.
Aquella denuncia ha terminado en la imputación (ahora bajo la figura de investigado) del concejal de Culturas de A Coruña, José Manuel Sande, por un presunto delito contra los sentimientos religiosos. El próximo 17 de Abril Sande deberá acudir en el juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña.
La denuncia parte de Aurora Carro, presidenta de la Asociación de Viudas de Lugo, que entrevistada por la Cadena Ser ha pedido que el concejal “pida perdón públicamente”. Carro ha asegurado que “como católicos ya lo hemos perdonado, porque eso es lo que nos enseña la religión: el perdón y el amor” pero aun así insiste en pedir que la denuncia le sirva como “escarmiento”. “Por lo menos para que otra vez no se meta con la religión católica”, ha dicho.
Desde el Gobierno municipal coruñés, de la Marea Atlántica, se ha insitido este viernes (como ya se hizo en el inicio de la polémica) que en el cartel no se ha representado al Papa, sino a una persona disfrazada de Papa, un disfraz muy habitual en el entroido de la ciudad y que, de hecho, se pudo ver con frecuencia en las calles hace tan sólo unas semanas.
José Manuel Sande ha afirmado tener “absoluta tranquilidad, ya que no hubo ninguna voluntad de ofensa con un cartel que reproduce un disfraz habitual en el Carnaval coruñés dentro del carácter irreverente y lúdico que caracteriza a esta fiesta”. Sande ha resaltado, además, “la defensa que desde este Gobierno se hace y siempre se hará de la libertad de expresión, lo que incluye por supuesto las expresiones culturales y las manifestaciones artísticas, como es el caso de este cartel de Carnaval”. “Las fiestas del Carnaval, que durante un período muy concreto y oscuro de la historia del Estado español fueron prohibidas, siempre se caracterizaron por su humor y por un espíritu de irreverencia y crítica de determinados poder, siempre de una manera saludable, que no debería faltar”, ha añadido, para concluir que “creemos que las imágenes no son ofensivas con ninguna creencia religiosa, sino que entroncan con una tradición festiva en esta tierra y con el humor gráfico”.
El dibujo fue realizado por el ilustrador Alberto Guitián, que en varias ocasiones ha criticado que este tema se sacase de contexto. “Me pregunto si la gente que se siente ofendida sale a la calle en carnaval, si cada vez que ven a alguien disfrazado de obispo, de cura o de papa les molesta”, afirmó en una entrevista en la que reivindicó la tradición del carnaval como fiesta pagana.
En las redes ha comenzado a verse el habitual #jesusis, utilizado ante otros ataques del fanatismo religioso contra la libertad de expresión, en este caso en defensa del concejal investigado (#jesuissande). Ya en su momento, Guitián fue defendido por numerosas entidades, comenzando por sus compañeros y compañeras del mundo de la ilustración y el cómic. Y este viernes de nuevo profesionales como Mauro Entrialgo, entre otros, han comenzado a manifestar su solidaridad con Guitián y con el propio Sande.