Nuevo intento de que el Congreso de los Diputados abra una comisión de investigación sobre el accidente de Angrois, en el que fallecieron 80 personas y 144 resultaron heridas al descarrilar en las cercanías de Santiago el tren Alvia en el que viajaban el 23 de julio de 2013. En Marea acaba de registrar en la Cámara Baja una nueva solicitud al respecto que reitera la exigencia de conocer la “verdad” de lo sucedido, como reclaman las víctimas, pero también sobre las “novedades” que, subraya la diputada Alexandra Fernández, han acreditado la “falta de investigación rigurosa” sobre las causas del siniestro.
Acompañada de una representación de la Plataforma Víctimas Alvia 04155 Fernández ha llamado a distinguir las “dos dinámicas” que, resalta, han venido existiendo en torno al accidente de Angrois. Una, “la de la búsqueda de la transparencia”, más todavía después de que las autoridades europeas y la Audiencia de A Coruña hayan ratificado que, más allá de la ausencia de una pesquisa política, la investigación técnica oficial sobre el accidente no fue independiente. Otra “dinámica” es “la del bloqueo del Gobierno”, que no facilita una investigación y además, recuerda, ha situado al frente de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) a un nuevo presidente que avaló la actuación oficial sobre Angrois.
La principal plataforma de personas afectadas por el accidente aplaude el nuevo intento de abrir una investigación porque, subraya su portavoz, Jesús Domínguez, es necesario aclarar las “responsabilidades políticas” del descarrilamiento. “Ya sabemos por el informe de Europa que no cumplieron con la normativa de seguridad” que rige en toda la Unión. Si la hubiesen cumplido y “hubiesen hecho el análisis de riesgos” en la línea tras la desconexión del sistema de frenado automático “el accidente no habría ocurrido”. “Fueron decisiones políticas”, resalta, y “la única explicación” a la reiterada negativa es “que tienen mucho miedo, mucho que ocultar”.
Inicia así de nuevo su recorrido parlamentario una solicitud que, en virtud del escrito registrado por En Marea en el Congreso, tendría que “analizar y evaluar las causas del accidente” y “estudiar con rigor” el sistema de seguridad de la línea Santiago-Ourense, así como las “características” del trazado en la curva de A Grandeira y de los trenes Alvia. Este órgano, subrayan, tendría también que examinar “el estado de las infraestructuras ferroviarias en Galicia” para “detectar posibles deficiencias” y estudiar “los sistemas de seguridad implantados” en la red de todo el Estado. También, resaltan, estaría encaminada a “escuchar a las víctimas y afectados” por el accidente, algo que, recuerdan, ya ha sucedido en la Eurocámara pero no en los parlamentos gallego y español.
Negativas del PP y abstenciones del PSOE
La última vez que se debatió la apertura o no de una comisión de investigación, el Congreso lo rechazó. Fue hace un año. La iniciativa de En Marea contó con 132 votos a favor (Podemos y confluencias, Ciudadanos y otros grupos) frente a 199 votos en contra (PP y PSOE) y una abstención. El resultado de la votación había sido recibido con gritos de indignación por parte de un grupo de representantes de las víctimas que seguían el debate desde la tribuna de la cámara y que habían sido desalojados por sus protestas.
En la anterior legislatura los intentos de crear esta comisión de investigación también se dieron de bruces con el bloqueo de los dos partidos mayoritarios, con un Partido Popular que siempre votó no y un Partido Socialista que se abstuvo, negándose a apoyar las iniciativas presentada por el BNG e Izquierda Plural. La diferencia es que en la última ocasión, con un PP sin mayoría absoluta, una abstención de los socialistas hubiese permitido la creación de la comisión.
Aquella negativa del PP a la apertura de una comisión de investigación sobre la tragedia en el Congreso llevó a alguno de sus dirigentes a rozar el insulto. Su portavoz parlamentario, Rafael Hernando, consideró “miserable” solicitarla y se refirió en repetidas ocasiones a Angrois como “Angruás”, tal y como se puede comprobar en esta grabación.
Pero PP y PSOE también evitan una investigación en la Cámara gallega. Los populares y, con matices, también los socialistas, sustentan su negativa en que el Parlamento carece de competencias, de “capacidad para investigar” un ámbito de “competencia” del Estado, en palabras de Pedro Puy, portavoz conservador. Esta afirmación, reiterada en infinidad de ocasiones durante los últimos tres años -el PP llegó a asegurar que la Cámara gallega carece de “legitimidad” para acometer esta investigación- está sustentada, según Alberto Núñez Feijóo, en que la ferroviaria es una “competencia exclusiva del Estado”.
No obstante, estas posturas entran en abierta contradicción con el Reglamento del Parlamento, que en su artículo 52 deja claro que es posible abrir una comisión de investigación sobre “cualquier asunto de interés público”. La Cámara gallega puede, entonces, abrir una comisión de investigación sobre las causas del descarrilamiento del Alvia. Pero esta, con toda probabilidad, sería torpedeada por varias vías, como acreditan los precedentes del naufragio del Prestige y las cajas de ahorro.