La Unidad Militar de Emergencias (UME) llega hoy a Celanova (Ourense) para desinfectar la residencia de mayores San Carlos, en la que se identificaron 27 positivos por coronavirus entre personal y residentes después del fallecimiento de una mujer que vivía en el centro.
El Ejército realizará en la residencia solo labores de desinfección de las instalaciones, como confirma el alcalde de la localidad, Antonio Puga. “Lo solicitamos ayer encarecidamente a través de la subdelegación del Gobierno y de la Xunta”, explica. Un total de 13 residentes han dado positivo en las pruebas en un centro que tiene capacidad para acoger a 58 residentes. Entre el personal, la situación es más grave, según apunta Puga, ya que prácticamente la mitad de los trabajadores, 14, han dado positivo en las pruebas. “El personal está muy preocupado, trabaja en turnos pero está agotado”, explica.
Sobre las auxiliares de la residencia recae la mayor carga de trabajo. Desde el pasado miércoles realizan turnos nocturnos de nueve de la noche a nueve de la mañana. Son las encargadas de tomar la temperatura de los pacientes y realizar gráficas de su estado. De ellas depende su control, pero no tienen suficientes máscaras, ni guantes, ni trajes, ni líquido desinfectante, y eso que mantienen contacto directo con los enfermos, a quienes mueven o lavan. Lo denuncian familiares de los residentes, quienes se encuentran en contacto directo con el personal auxiliar.
Pero los militares no se harán cargo del labor asistencial y sanitario del centro. Desde ayer, es el área sanitaria de Ourense la que tiene la tutela de los centros privados y Puga no sabe aún cual será la decisión respecto el centro de San Carlos pero considera que lo ideal sería reubicarlos en otra residencia. En el mismo sentido se ha pronunciado el BNG que pide se busque una localización que permita aislar a los pacientes y también que la Xunta “compense la falta de profesionales y evite el colapso asistencial”.
La diputada del BNG por Ourense Noa Presas ha pedido “mejorar la coordinación y agilizar la respuesta con medidas que no atiendan a la improvisación y demoras” y ha exigido “una intervención pública que no se limite a llamadas desde las áreas sanitarias”. La formación reclama que sea el Gobierno gallego el que intervenga porque, dice, “no puede ser que quien asuma el liderazgo de la crisis sea el concello cuando son otras las administraciones que tienen las competencias y la capacidad para controlarlo”.
En Galicia están identificados, con datos del domingo a los que se suman dos recientes positivos entre el personal de la San Carlos, 46 casos en residencias de mayores. Detrás del de Celanova, el segundo mayor foco es la residencia Domus VI de Barreiro en Vigo, en la que hay 11 pacientes identificados y dos trabajadores. En Santiago, en el centro San Lázado Domun VI, hay cinco casos, que fueron trasladados a un centro hospitalario, y más de 60 personas confinadas en una de las plantas de la residencia, en principio, sin síntomas, según traslada la Consellería de Política Social. Además, hay un último caso en la residencia Hermanitas de Caldas de Reis (Pontevedra).
En los centros para personas con discapacidades en Galicia se han confirmado diez casos, nueve entre los usuarios y uno de una trabajadora. El último, conocido este sábado, se un residente del Centro de Atención a Persoas con Discapacidade de Redondela. Se suma a los nueve casos del centro de Aspronaga en A Coruña.